23 de enero de 2010

Se le hincharon los Cocos

Cansado de que haya diferencias en la dirigencia en cuanto a su continuidad, Alfio Basile decidió dar el paso al costado el jueves por la noche. Ribolzi salió a dar la cara por el DT y dijo "Todos quieren que asuma Bianchi". Mientras tanto, Boca tendría cerrada la contratación de Jesús Méndez. Justo cuando el Coco dio su veredicto de irse del club. El chueco Alves dirigirá en el súper de mañana.
Bye bye. Como solía decir el, cada vez que se iba, a los periodistas. Esta vez es en serio.

Una campaña poco fructífera en el apertura pasado, lo mostraba entero, pero sin hacer declaraciones a la prensa durante 111 días. En la pretemporada rompió el silencio. Tenía fe en el equipo y en la llegada de los refuerzos que necesitaba. Sólo llegó Matías Giménez, de floja labor en el verano, al igual que todo Boca. El Xeneize no pudo ganar en sus excursiones en ojotas por Mardel y espera revertir esa historia. Claro que, el Coco, tuvo la gota que rebalzó el vaso en el súper de la Feliz, donde River fue mucho más que Boca, ganándole con justicia y hasta se puede decir que la diferencia podría haber sido de dos goles más, por 3 a 1. Esto, sumado al empate milagroso ante San Lorenzo sobre la hora en el triangular, y la enorme goleada de estudiantes por 4 a 1, no dejaron saldos muy convincentes.

Antes del duelo con el Millonario, a Basile se le ponía un supuesto límite (fue la versión que se dejó correr) que llegaba a la cuarta fecha del Clausura. Bueno eso no pudo ser. Don Alfio dejó el cargo antes de lo esperado y a un equipo a la deriva. Entre tanto revuelo, en Central ya dan por concretada la transferencia de Méndez para llegar al club de la Ribera. Pocas horas después de su ida, la dirigencia parece tener cerrada la contratación de este buen número 5 del canalla, por 2,2 millones de dólares, de muy buen torneo apertura 2009. Al Coco se le cumplía uno de los deseos para reforzar este equipo con muchísimos problemas por resolver. Boca sufre de mitad de cancha hacia atrás, no tiene juego aéreo, no tiene solidez y mucho menos contención en el medio. La lesión de Sebastián Battaglia, más los hasta ahora irremplazables: Fabián Vargas y Jesús Dátolo, que ya emigraron hace un tiempo prudencial, parece hacer estragos en un plantel que no encuentra tres hombres que lo puedan solucionar. Basile, en el verano y en la parte final del torneo pasado, recurrió a los pibes: Erbes y Colazo. No está mal la decisión del ahora ex DT de apostar en los pibes, pero queda claro que alrededor los chicos no están contenidos por un equipo afianzado, por un equipo que es puntero o candidato, que es temible y respetado. Por consecuencia, los purretes literalmente "se prenden fuego", se terminan quemando en un incendio ya iniciado y que nadie puede apagar.

El Ruso Ribolzi, ayudante de campo, salió a hablar por el DT, y declaró: "Hay mucha hipocresía, falsedad, puterío. Hay que trabajar para Boca y no para el ego personal de uno. Nunca se entendió la posición de Bianchi en las sombras. Si dice que el DT está haciendo la siesta, en algún momento te despertás" y a eso le agregó: "¿Si Bianchi hizo todos los esfuerzos para conseguir los refuerzos? Fue confuso. Que llegan, que no llegan. Dudás. Uno no es tonto, (utilizó otra palabra más fuerte) no hace un año que está en esto. Si yo sabía todo esto hace ocho meses, no volvíamos. Seguro"

Lo que queda por saber ahora es que el Chueco Alves está pidiendo pista hace rato y lo pone de manifiesto: "Tengo muchas ganas, mucha ilusión. Quería que Basile se fuera de otra manera, pero el fútbol tiene estas cosas. Ojalá estuviera seis meses más. Hace mucho que vengo trabajando para esto. Sólo pido una oportunidad. Hay muchos chicos que pueden hacer las cosas bien y jugadores de experiencia que no se pueden olvidar de jugar porque le dieron mucho al club". Dejando en claro que si fuera por el, se ocuparía durante este semestre de la primera del club. Como alguna vez lo hizo el Chino Benítez, y terminó consiguiendo una sudamericana, pero terminó haciendo las valijas poco tiempo después.

Lo último es que la Comisión Directiva elegirá el nuevo DT del equipo (por ahora sigue Alves), y Bianchi sólo dará su opinión al respecto (esta vez no lo elegirá). Todos los cañones apuntan al propio Virrey que hace rato no quiere saber nada con agarrar el plantel.

Boca tiene tres laterales por la izquierda, y ninguno de ellos rinde (Monzón, Morel y Krupoviesa). Boca tiene dos centrales titulares que no brindan ninguna garantía: Cáceres y Paletta, y detrás de ellos están Muñoz y Sauro. Boca no tiene salida por las bandas: los pibes encasillados en tareas defensivas, Medel que no se permite subir y encarar, Giménez se cierra de izquierda al centro sin chance de desbordar, sin Ibarra en plenitud, sumado a los números 3 de flojo nivel, no hay escaladas por las bandas. Boca no tiene 5: Rosada no le llega pisar los talones a Battaglia de enorme labor en toda su estadía en el club. El Bombón está muy lejos de ser el 5 que el equipo necesita para que sus volantes por los costados se sientan seguros de acompañar el ataque. Riquelme sin la disposición hace varios meses al 100% para el equipo, parece hacer mucho ruido en la zona de conducción donde ni Insúa ni Marino pudieron cumplir. Y por último, Boca no tiene recambio en la delantera: ni Gaitán, lo mejor de Boca en 8 meses, ni Mouche pueden asistir a Palermo como lo hacían Guillermo y Palacio. Así y todo, son de lo pocos que ofrecen algo diferente a la dinámica del juego. Martín siempre está, clavó el cabezaso ante River y da siempre su cuota de entrega para el Xeneize.

A un día del superclásico en Mendoza, Boca tiene infinidad de padecimientos y pocas curas para una enfermedad a la que solamente se la combate ganando.

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