¡Se Bieler el estallido!

Racing se cargó a Independiente en el clásico de Avellaneda que se mudó a Mardel. Con sed de revancha por aquel primer duelo igualado, esta vez estuvo la cuota goleadora de Claudio Bieler, la gran contratación de la gente académica. Esto sumado al debut del Demonio Hauche, vaya paradoja ante el Diablo. Lo cierto es que Racing y Vivas vencieron por 2 a 1 a los de Gallego que tuvo dos rojas y fue superado por un equipo que pide pista.

Bieler sale a gritarlo. Atrás Tuzzio y su lamento. Racing se quedó con el clásico.

Fricciones, patadas, algún que otro golpe de puño, que terminó costándole caro a alguien, fueron los estandartes de un nuevo clásico de barrio entre el Rojo y la Academia. Un Racing que mostró enseguida a lo que iba a jugar. Recuperación en el medio, pelotazo largo y que se arreglen los de arriba. Un equipo del Tolo Gallego que enseguida sufrió la expulsión de Carlos Matheu, a los 18 de esa primera parte, por un puñetazo en la nuca a Claudio Bieler. Lo concreto es que Independiente apelaba a los remates de sus delanteros, pero no era preciso ni en el armado de la jugada ni en el control del balón. Racing mostraba algunas cuestiones interesantes en el medio, con una incesante entrega para no dar por perdida ninguna de las bochas que pasaban por el sector, y a partir de allí, la Academia lo fue armando al partido a su favor. Minuto 34, sería la primera emoción de la noche. Remate de Lucero que no contiene bien Gabbarini y apareció el nuevo 9 del equipo, Bieler, para empujarla al destino de red. Delirio en el Minella del lado albiceleste, era el primer tanto (de muchos que esperan los hinchas) de la gran incorporación del club. Antes de la expulsión, Independiente había inquietado más, pero luego, todo pasó por la iniciativa racinguista. Minuto 45, se daría el segundo gol del match. Una vez más el tanto sería para Racing. Jugada preparada a la salida de una pelota parada, que pasa por Bieler y que termina en un empuje casi debajo del arco de Matías Cahais. El ex Boca marcaba su primer grito con la camiseta del equipo de Vivas. 2 a 0 y cuestión muy controlada.

Claro que, en el segundo tiempo, las cosas cambiarían. Porque los hombres de Celeste y blanco fueron replegándose conformando a su hinchada y a sí mismos con la ventaja de dos tantos. Por eso el Rojo fue, como pudo, con lo que tenía, con disparos de Piatti, Silvera, Gandín, que obligaron a las buenas intervenciones de Jorge De Olivera, el uno académico. Eso iba a ser poco para cambiar la historia, más teniendo uno menos. Así y todo, Federico González, muy cerca del final del duelo, le puso pimienta al partido con un gran gol desde treinta metros para que el conjunto del Tolo descuente. Suspenso en un final a pura lucha. Por cierto, también hoy fue el debut del Demonio Hauche con la casaca de Racing, que complicó a la defensa roja durante la segunda mitad, intentando ser protagonista y siendo la salida al contragolpe, en el repliegue que planteó el equipo en todo ese tiempo. Como decíamos, el partido abrió una cuota de ansiedad de que termine para los de Racing y de rezos por parte de los hinchas del Rojo para que el conjunto lo empate. Pero, además del capitán, se fue expulsado Leonel Núñez, y la remontada se hizo mas cuesta arriba que nunca. El Tolo calificó a esta noche y al arbitraje de como "una mala noche", un equipo que se va con los sabores semi-amargos y sin tener bien en claro que tan bien está listo para pelear bien arriba como lo pretende su DT. Y el once de Vivas mantuvo diferencias en las redes, con eso le bastó para ganar, con una buena primera parte, se quedó con la copa que estaba en juego. Este equipo llega a las primeras instancias del certamen con la autoestima bien alto, como hace rato no lo podía tener. Con individualidades que dejan ver que de a poco, como todo lo que va logrando Racing en estos últimos meses, se va conformando un plantel que no parece querer pelear por no descender, sino ser ese actor secundario, que termina siendo héroe y que se puede salvar de cualquier situación.