17 de enero de 2010

¡Le llenaron el Coco!

Los chiquilines de Estudiantes anduvieron derechos con el arco y marcaron 3 de los 4 goles del Pincha ante un abstracto Boca de Basile. El otro tanto de los de Sabella lo marcó Sosa, un golazo, mientras que para el Xeneize descontó Viatri, en off side, pero también una hermosa definición. Mucha tranquilidad por el Pincha, mucha incertidumbre por el equipo del Coco, que tiene todo para resolver.Michael Hoyos, proveniente de EEUU, hoy le marcó uno a Boca.

Desconcertación, poca actitud y algún otro adjetivo que suene en su mente puede describir lo que se vio hoy en Boca. Palermo los pudo salvar ante lo que era una derrota clara ante San Lorenzo en el primer encuentro del triangular, pero la expulsión de Bertochi y la arremetida de Boca hicieron que, el eterno goleador pudiera convertir sobre la hora y darle un empate impensado. Esta noche, el equipo de Alfio Basile, fue una tercera parte de lo que realizó en esa jornada ante los Cuervos. Ni siquiera arrancó prometiendo nada. Estudiantes se lo fue llevando por delante. Varias llegadas tuvo el Pincha, por todo en ancho del campo, sin problemas para penetrar a una defensa más blanda que sólida. Ibarra falto de timming para llegar a esos cierres que siempre lo han caracterizado. Ni hablar de la poca proyección y compromiso defensivo por parte de Krupoviesa. Esto sumado a lo poco versátil que se encuentra Paletta y lo poco que puede hacer Morel ante semejante catástrofe a su alrededor, que así y todo logró robarle el aplauso a la gente de Boca con un cierre muy firme en el inicio del complemento.

Con lo que parece ser la defensa con la que Boca arrancará el certamen, Estudiantes B se hizo un picnic (ausentes por lesión: Braña, Re, Angeleri. Por cláusula de contrato: Boselli). Leandro González y Sosa fueron la dupla de ataque del León de América y ambos se las ingeniaron muy bien. Por cierto, el ex Racing tuvo tres claras ocasiones para darle el
1 a 0 al conjunto dirigido por Alejandro Sabella. La única de Boca en toda la primera parte, fue un cabezaso que se fue cerca del primer palo de Orión, que debutaba en el primer equipo de Estudiantes, por parte de Lucas Viatri. En el otro arco estaba Javier García, que regresaba a la valla Xeneize y cumplía con una buena labor en la primera parte, interviniendo en esos intentos de gol de González.
Así se iban al descanso, con una igualdad muy mentirosa, ya que el Pincha hizo todo para irse con la ventaja a los vestuarios. En el equipo del Coco, poca participación de Insúa en la creación y el atrevimiento de Mouche no hacía demasiado efecto, porque la pelota le llegaba poco, eso está claro. Boca no pateó al arco. Y por allí pasa la cuestión: un equipo falto de ideas, de actitud y de entrega. Todo eso le faltó a Boca. Todo eso, le sobró y lo tuvo el elenco platense. El José María Minella, con una presencia de 11000 espectadores, era testigo del primer gol del partido. Ya se había errado demasiado el Pincharrata, hasta que el mismo Leandro González inició la jugada por la izquierda, dejando en el camino a Medel e Ibarra, mandó el centro, y los tres hombres del fondo, como si jugaran al off side, se corrieron para la llegada de Núñez, que casi a quemarropa, la empujó ante García para el
1 a 0. Corrían 4 minutos en el cronómetro del juez Beligoy y el equipo de don Alejandro ya estaba arriba, consiguiendo lo que hace rato se merecía. A los 13, otra joyita de Michael Hoyos, que ingresó a los 15 de la primera etapa por una dolencia de Enzo Pérez en la espalda, fue su cuota goleadora para el 2 a 0. En Boca no había respuestas adentro del campo de juego, entonces Basile decidió buscarlas afuera, llamando a Matías Giménez y a Nico Gaitán. Cuando ambos estaban por hacer su ingreso, a los 16 minutos, Sosa recibió de Verón y de primera, desde 31 metros, clavó un zapatazo bárbaro para el 3 a 0 que se le metió a Javier García apenas por debajo del horizontal y por el medio. Sin responsabilidad del 1. Con el arribo del ex Tigre y el chiquilín de las inferiores del club, el único que hace la diferencia hoy en día en el equipo aunque parezca mentira con la calidad de nombres que hay, Boca pareció cambiar la cara a un partido que le era ajeno, hasta parecía no le importaba. Nico inquietó por la banda derecha, arrancando casi en todas las oportunidades de mitad de cancha, pero el descuento llegaría por intermedio de Viatri. Lucas recibió el pelotazo largo en la puerta del área, superó la marca, enfrentó a Orión, se abrió hacia afuera y definió por bajo para el 1-3.
Iba a tener dos claras más el once de Basile: un remate de Insúa y dos de Gaitán contenidos por el ex Cuervo. Otro cabezaso del Pocho llegando al final y nada más. La frutilla del postre para terminar de coronarse ganador del triangular la iba a poner Morales Neumann, con una definición cruzada, tras aprovechar el desparramo general de la defensa, que lo hizo quedar cara a cara con García. Todo fue del Pincha, con los hilos manejados por sosa y verón, como suele hacerlo siempre, ya casi una marca registrada decada encuentro en los que ambos se ponen la rojiblanca. Estudiantes de La Plata fue efectivo, sacrificado, sólido y dinámico en sus líneas. Boca fue un feo contraste, una nube negra de preocupaciones ante un equipo que no respondió ni siquiera de buena manera, que nunca supo a que estaba jugando y mucho menos contra quien, contra el campeón de América y subcampeón del Mundo.
De esta manera se definió el triangular marplatense, que lo consagró a Estudiantes, con una victoria y un empate. Mañana será la definición en Salta, entre Independiente y River (ya sin chances). El Rojo debe ganar, otro resultado lo da como campeón a Racing (1G y 1E).

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