19 de diciembre de 2009

¡La que faltaba...!

Celebración total del Barsa que se ganó 6 títulos en un año. Fantástico.

El Barcelona ganó todo este año, no se privó de nada y lo sufrió Estudiantes, en la gran final del Mundial de Clubes. El Pincha lo ganaba 1 a 0 pero a dos minutos del final del partido llegó el empate y en el suplementario, apareció Messi, para sellar la victoria blaugrana. Sabella y Verón hablaron ante la desazón de todo un país que se puso la camiseta del León.La terrible tristeza de dos líderes naturales: El Chavo y la Bruja ante el consuelo de Sabella.
Lloraron como nenes, jugaron como grandes...


Se acabó lo que se daba en Abu Dhabi, Emiratos Árabes. Claro que duele, y más por como se dio, como suelen decir los players. En un partido que el Pincha manejó con la inteligencia que le faltó al Barsa en la primera parte (Iniesta), los e Sabella pudieron encontrar la ventaja en el marcador por intermedio del mejor 9 de la actualidad de nuestro fútbol. Tal vez no haga tantos goles, ni sea un goleador de raza, pero las cualidades técnicas del hombre con la 17 en la espalda quedan en evidencia en cada juego, en cada pelota. Estudiantes se ponía 1 a 0 a los 37 minutos de la primera parte. El partido fue teniendo de a poco la inclinación de un equipo de Pep Guardiola que atacó y buscó el empate en todo el complemento, porque en la primera parte fue sólo una versión pálida de lo que suele ser, con una sola llegada clara al arco Pincharrata. Los platenses jugaban sólo con un punta y retrasaron su esquema para esperarlo al Barcelona y ver que se podía hacer de contraataque. A fuerza de los pies de Messi, Henry, Ibrahimovic y Xavi, más Pedro, que ingresó en el entretiempo por Keitá, le dieron mayor velocidad al avance catalán. El conjunto español fue arrinconándolo contra las cuerdas. Tuvo varias, una de Zlatan bien cerquita del palo izquierdo de Albil por un remate cruzado y abierto del sueco, que tuva una más, pero que contuvo damián Albil. Todo eso, ante la mirada de los del Pincha, un León que se fue amoldando a las necesidades del Barsa, pero que lo defendía con garras y dientes, sin regalarles nada. Lo contuvo, lo pudo manejar con criterio, fue armando la gloria, la victoria, la alegría absoluta, pero de repente, todo se derrumbó en pocos minutos. Primero, llegó la igualdad a "dos minutos" del final del partido. Increíble, sin embargo, cierto. Pedro marcaba la igualdad de cabeza ante Albil, en un partido que se moría en brazos del equipo de La Plata, que mantuvo con el corazón en la boca a muchos espectadores en cancha y a muchísimos más en los hogares argentinos. Los de Boca, los de River, y los de tantos otros clubes, acompañaban al Pincha en este sueño mundial. Pero ese empate sobre la chicharra final hizo click en la cabeza del Barcelona. Momento de tiempo suplementario, momento de que aparezca Lionel Messi, a las 5 vueltas del reloj del segundo tiempo, marcó el 2 a 1 ante un Estudiantes que aún no se había recuperado del primer cachetazo, el del empate. Quedaba poco tiempo por jugar, el cansancio se hacía sentir, pero así y todo el Pincha casi encuentra la paridad que lo pudo haber llevado a los penales, por un cabezaso de Leandro Desábato, que se fue rozando el poste sobre el fin de la historia.

Estudiantes lo lloró, fue una herida de muerte para el León. Ver los rostros del Pincha bastaban para darse cuenta que los hombres, los caballeros, los leones tambien lloran. Lloran porque se escapó el gran sueño ante un equipo que arrasó con todo durante el año (Champions, Liga, Copa del Rey, Supercopa de Europa, Supercopa de España), cerrándolo con lo que anhelaba desde que se inició el nuevo formato de esta Copa (antes Intercontinental). Los laureles quedaron para Messi y compañía.

Sabella dijo: "Los hinchas de Estudiantes tienen que estar orgullosos de estos jugadores. Dejamos al club en lo más alto" Verón, líder de este equipo en la Libertadores, puso la cara por sus compañeros heridos y agregó: "Dejamos todo, hicimos las cosas bien en el primer tiempo y después era obvio que se iban a venir con todo. Somos buenos perdedores". "No estábamos en plenitud física, pero le pusimos mucho corazón" Es cierto, Sosa no puso disputar la Copa, Carrusca lesionado al igual que Salgueiro, Cellay y Desábato llegaron con lo justo, todo se le hizo cuesta arriba al Pincha. Además el capitán terminó diciendo: "Pensaron que nos iban a bailar y se pegaron un susto bárbaro".

Pinchados en el corazón volverán a Buenos Aires ovacionados por su gente, esa ovación que se merecen por ser hombres de bien, que dejaron más que el alma por la camiseta, y ese tiene que ser el combustible para volver a intentarlo, sólo dos minutos los separaron de tocar el Mundo con las manos...

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