3 de marzo de 2010

Soñemos juntos...

Sin lucir el mejor fútbol ni controlar los tiempos del encuentro, Argentina venció como visitante a un tibio Alemania en el frío de Münich por 1 a 0, con gol de Higuaín en el cierre de la etapa inicial. El partido fue tomando calor y hubo varias pataditas de más. Los locales se vinieron y los visitantes aguantaron...
 Abrázenlo a Gonza que definió como sabe hacerlo y le dio el triunfo a la Argentina.
Las conjeturas que se pueden realizar respecto al encuentro son muchas y de diversos colores. Vamos a poner un semáforo como ejemplo para que los que no vieron y también los que tuvieron la posibilidad de observar el encuentro repasen lo sucedido:

ROJO: LA OFENSIVA Y EL JUEGO COLECTIVO. Dos claras en todo el partido para la Selección de Diego Maradona. Una locura de Di María a puro enganche y definición al travesaño (que roza Adler). Y la otra iniciada por Ángel, ambas en la primera mitad, que fue pelotazo para el Pipita a los 45, que lo sobra a toda la defensa después de un corner alemán, que hace salir al arquero y que definió Gonzalo con mucha clase eludiendo al 1 local, con la pelota por afuera y el por adentro, terminándola con un remate cruzado bien pegado al palo, a 30 metros del arco. Sacando la buena efectividad de Argentina en esas dos jugadas, no generó ni un remate ni una sóla aproximación en el complemento, y eso realmente queda como deuda. 
LOS CONDUCTORES. Argentina tenía en cancha a Verón y a Messi. Buen trabajo de la Bruja en el primer tiempo, colaborando en la marca y distribuyendo, pero en el complemento se diluyó y desapareció y jamás volvió a ser el eje natural del equipo. Por el lado de la Pulga, tuvo dos o tres arranques como para pasarse a medio equipo pero fueron bastante seguros los defensores y mediocampistas alemanes. Nunca gravitó en el partido y se disolvió mucho más que la Brujita porque ni siquiera pudo generar alguna contra en la etapa final.
 La Pulga no pudo gravitar en todo el partido. Flojo lo del 10.

AMARILLO: LA DEFENSA ENTERA. Destacamos y ponemos en la misma bolsa a los 6 jugadores que formaron parte de la línea de fondo en diferentes momentos del encuentro, porque a pesar de que las actuaciones fueron todas de regular hacia arriba, Alemania con lo poquito que hizo; sin realizar un asedio profundo pero si una tenencia casi permanente del balón, excepto en el final; en el segundo tiempo, le generó algunos desacoples a una defensa (y a un equipo entero cabe decirlo) que no tiene trabajo previo, por el ajustadísimo calendario. Tal vez por eso el color amarillo, quizás con el mes de labor previo al mundial de Sudáfrica, tengamos a la defensa aún mas afianzada y correcta que hoy, que por cierto lo estuvo y fue de lo mejorcito del equipo.
La que tuvo la metió y mas no se le puede pedir. 
Bien por el Pipa que tiene un fabuloso presente.
VERDE: LAS INDIVIDUALIDADES Y EL SACRIFICIO. Aquí los nombres son varios. Correcta aparición de Burdisso como central reemplazando al lastimado Demichelis. Mismo concepto para Mascherano, que jugó segura la pelota y quitó con criterio, aunque a veces se vio superado por el medio de Alemania. Segura actuación de Romero tapando un remate difícil de Cacau. Buenas presentaciones de Martín Demichelis, Heinze y de quien susplantó al Gringo, Clemente Rodríguez, amoldándose rápidamente y mostrándose como opción de ataque en los pocos minutos que la Albiceleste contó con el balón. Muy buen trabajo de Samuel. Y fueron sin dudas soberbias las actuaciones de Di María y Otamendi, uno por desequilibrio, el otro por entrega, marca y juego desde atrás. Higuaín tuvo una, y fue adentro, por eso también merece el verde del semáforo.
Argentina jugó un partido a pura presión en el inicio, Alemania estaba desconcertado y no se hacía eje del juego Ballack. Con ese criterio se plantó el equipo de Diego, buscando el error ajeno que le permitiese llegar a Adler. Hurgando entre la defensa sin dejar que esta saliera comodamente por ningún sector. Muy táctico y complejo se puso para ambos hasta que el detonante del partido lo hizo explotar Di María con su cuota clásica de buen fútbol y poniéndole una gran bocha a Gonzalo Higuaín para que el Merengue ponga el 1 a 0. El segundo período fue otra historia muy pero muy distinta, donde los alemanes comenzaron a venirse y en gran número hacia el arco de Sergio Romero. Pero ninguno de los "talentosos" del conjunto de Low, ni Michael, ni Schweinsteiger, ni Podolski, ni Mario Gomez, que entró por su compañero del Bayern Munich, Miroslav Klose, pudieron ser incisivos en la ofensiva. El repudio de la hinchada local era evidente: bajaban los silbidos ante cada yerro de la gente del fondo y ante cada pelota mal entregada. Había 5 jugadores en cancha con menos de 10 encuentros con la camiseta germana, y eso terminó pesando. No pudo Alemania, no supo encontrar el empate, porque Argentina lo aguantó con sus dos líneas de 4, pero en ataque, no pudo fabricar nada, ni Messi, ni el Pipita, ni el mismo Carlitos Tévez que ingresó por el Merengue tuvieron ni siquiera aproximación cercana a la valla del local. No terminó siendo una gran medida este Alemania que está tan en formación como nuestro seleccionado. Fue victoria por 1 a 0 para ilusionarse con un futuro mejor, y por eso hay que imaginarlo en 99 días, en el puntapié inicial de la cita mundialista, soñar con esa parte positiva del semáforo, y remontar aquellas cosas que estén por el suelo o debajo de él, para que la Argentina sea temible y nos miren con el respeto que nos supimos ganar siempre adentro del rectángulo.

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