19 de febrero de 2010

Afianza Lima

Por la segunda fecha de la fase de grupos de la Libertadores, Estudiantes arrancó para grandes cosas en Peru con un gol muy tempranero de Sosa. Poco duró la sonrisa porque los muchachos dirigidos por Gustavo Costas le jugaron a puro toque precisión y velocidad, y se lo dieron vuelta. 4 a 1 para los locales con una noche tremende de Wilmer Aguirre. Para el Pincha, una noche olvidable, muy olvidable.

 
Aguirre lo celebra ante el lamento de Desábato. El Pincha no pinchó ni cortó...

Estuvo a punto de quedar en la historia el gol del Principito Sosa, que igualmente hubiese quedado en la retina del hincha si es que no perdían como les sucedió anoche (el gol más rápido de la Copa fue a los 7 segundos en 1992, cuando Newell´s empezó ganándole a Colo Colo, con un tanto muy rápido de Alfredo Mendoza). José aprovechó una desatención defensiva y a los 8 segundos de partido, cuando todos se acomodan para arrancar, el Pincha ya estaba 1 a 0. Vaya resultado obtenía en el dulce despertar del partido. Claro que, no contaban con la astucia de Aguirre, el número 15 y delantero del conjunto peruano que tuvo 90 minutos de novela. Tres goles y una asistencia para el cuarto, lo que deja a las claras quien fue la gran figura de la cancha. Primero, empataría a los 17 del primer período. Desábato no lo pudo parar y con su gambeta definió por arriba, de punta y en lo alto, ante Orión. Símil acción en el segundo, a los 33, dejando en el camino al Chapu Braña, bancándose la marca de Clemente,  dos de los hombres más rápidos del equipo no pudieron pararlo, y definió cruzado por bajo ante el 1 del León, campeón defensor del torneo continental. El elenco de don Alejandro Sabella se vio envuelto en el juego que propuso el local y tuvo pocas respuestas para intentar revertir la historia. Cellay salvó el tercero sobre la raya y Verón se lo perdió de tiro libre, como así también en un mano a mano no pudo Enzo Pérez. En el segundo la situcación crítica de Pincha no iba a cambiar e iba a empeorar. El árbitro del encuentro le anuló un gol legítimo y no le cobró un penal claro a los muchachos del argentino Gustavo Costas lo que hubiera significado una goleada aún mas abultada. Pero, el resultado no iba a quedar así, porque el intratable Aguirre. Marcó el tercero a los 29, y cuando el reloj marcaba los 37, le sirvió un centro para que Fernández la envíe dentro del arco y estampe el 4 a 1 final. Poco le quedó al equipo argentino para revertir una historia que pintaba a su favor, pero que le terminaron pintando la cara.

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