¿Nuevo barbijo para la gripe A? No. Es mauro Boselli que se tapa por la emoción de meter a su equipo en la gran final de la Copa.
Sin Verón, sin público que los aliente. Con coraje, con el refuerzo de Schiavi, con fútbol, con hombría y con astucia, Estudiantes es el primer finalista de la Copa Libertadores. Venció a Nacional en su casa por 2 a 1 y ahora espera por los brasileros, por Cruzeiro o por Gremio para la definición del torneo continental. Todas las emociones vinieron en la segunda mitad del juego. La única mala para el Pincha fue la rotura del récord de Mariano Andújar cuando Medina clavó el 1 a 1 para igualar el encuentro y le sacó la racha de 800 minutos sin tantos en su contra. Había abierto el marcador Mauro Boselli de gran partido, y además el se encargó de sellar el encuentro y la serie con el 2 a 1 final a los 45 del complemento. Luego de 28 años, el Estudiantes de Sabella se instala en la definición de la Libertadores, como en aquella final del 71 que le fue adversa, luego de las tres copas conseguidas en el 68, 69 y 70, ante el mismo rival que hoy. El Pincha sueña, se abraza y sigue encaminado a volver a los años mozos.
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