5 de septiembre de 2009

"V"alientes

Apertura ´09 Fecha 3
Gimnasia 0 - Vélez 1

Esa palabra define de la mejor manera a los hombres de Ricardo Gareca, que ante la adversidad de los convocados a los seleccionados, más algunas lesiones, más el cansancio del trajín de partidos, no ponen excusas y van al frente. En un muy buen encuentro, Vélez le ganó de guapo a Gimnasia en el Bosque, donde había perdido en el Clausura pasado, y se llevó 3 puntos que son valiosísimos para seguir con la autoestima bien alta. Con una defensa nueva, integrada por Poroto Cubero, Torsiglieri, Ponce y Lima, porque a los tres convocados a la Celeste y Blanca (Papa, Otamendi y Domínguez), se le sumó la lesión en la primera parte de Gastón Díaz. Uno piensa y analiza, que el Tigre, jugando de visitante, va a reemplazarlo por otro defensor, pero rompió cualquier pronóstico. Mandó a Cubero de 4, retrasó a Martínez de 8 y metió a la cancha al Roly Zárate y el equipo respondió. Lleno de situaciones en ambos arcos, daba la sensación de un 4 a 4, de un 3 a 3, pero con el correr de los minutos se diluía la esperanza de goles, y se terminaba llegando a la conclusión de que era un pobre empate por la calidad del encuentro. Jugadas preparadas en las pelotas paradas de Gimnasia, chances varias de Cristaldo y Zárate para marcar. Todos estaban cerca del grito, pero ninguno la metía, y los arqueros se lucían en algunas intervenciones importantes. El encuentro nunca dejo de ser vertical, con movilidad y entusiasmo por parte de ambos equipos, que dejaban todo como si fuese una verdadera final. El tiempo corría en el cronómetro de Furchi y el, o los goles, no llegaban a buen puerto. Hasta que ese hombre marcó la diferencia. Ese que lleva la 10 en su espalda, que le hizo un gran honor, recibiendo la pelota en la izquierda tras un mal cambio de frente en la salida del Lobo, avanzó un par de pasos y lanzó su remate con su pierna diestra al primer palo del Gato Sessa, que se tiró para que el fotógrafo tenga la tapa de mañana. Ese muchacho es Maximiliano Moralez, que marcó un golazo para que delire toda la gente de Liniers y para alegría del Tigre Gareca. Sobre la chicharra del encuentro llegó el único tanto de los 90 minutos. Para Gimnasia, la amargura enorme por merecer algo más, por jugarle de igual a igual al campeón del Clausura y de haber podido rescatar mínimamente una unidad. Para Vélez, la alegría del DT que se le van jugadores pero los que están le responden satisfactoriamente y para llevarse tres puntos de un estadio que le sacó el invicto el semestre pasado. Nada mal el Fortín.

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