En el estadio de Lanús se enfrentaban Independiente, que hacía las veces de local, y Vélez.
EL rojo buscaba levantar cabeza para acercarse a los de arriba. Mientras que el conjunto de Gareca quería ser el único puntero del campeonato teniendo en cuenta de que Banfield y Central no se habían sacado ventajas.
El encuentro durante la primera mitad era muy parejo, aunque las jugadas más claras y la tenencia del balón eran de los de Avellaneda. Hasta esos 45 minutos, Independiente empezaba a mostrar buenas armas.
Pero como ya conocemos todos, apareció la sabia frase de este deporte: “el fútbol es dinámica de lo impensado”. Y de esa manera fue. Comenzada la segunda parte los de Liniers se ubicaban rápidamente arriba en el marcador con goles de Rodrigo López de penal y de Jonatan Cristaldo tras una larga corrida.
El match estaba sentenciado y Vélez se encontraba en soledad en la cima del torneo. Eso fue lo que pensaron los hinchas velezanos. Ni hasta el hincha más optimista del rojo pensaba en empatar el juego. Y si alguno lo pensó nos sacamos el sombrero y lo aplaudimos.
Pero sí, la dinámica de lo impensado se dio con Vélez, ¿por qué no también a favor de Independiente. A los 25 descontó Silvera con un buen cabezazo que dejó sin chances a Montoya.
El que quedaba mejor de cara a lo que restaba del partido eran los del sur de la provincia. Y el empate estaba al caer. Y cayó muy cerca del final. En el instante en que Matheu clavó el
Pitazo final. Tras el empate Vélez no alcanzó la punta pero de igual manera quedó bien parado en el campeonato. Sin embargo nada para reprocharle a los de
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