Basile acumula dolores de cabeza. Hoy en la cancha de Quilmes vivió una exhibición de fútbol de Estudiantes, que le ganó por 2 a 1 y se trepó en la cima de la tabla. Calderón y Pérez anotaron para el Pincha,mientras que Palermo empató transitoriamente para el Xeneize. El juego de Boca fue muy pobre y quedó evidenciado: el mejor del equipo fue el Pato que salvó la goleada.Grito de Lobo Feroz, paradójico...
No importa en que cancha juegue, no importa si es local en La Plata o en el Centenario de Quilmes donde hoy el conjunto de Alejandro Sabella, dio una clase más de como se juega este hermoso deporte. Con esa Bruja y su escoba mágica,emprendieron este encuentro con la seguridad de todo lo que pueden brindar como espectáculo y con cierta tranquilidad en cuanto al rival que viene al borde del nocaut, el Boca del Coco, que amagó con irse pero que finalmente se quedó para luchar. 90 minutos reglamentarios, más 5 o 6 más de adición que se dieron, todo eso fue del Pincha. Bocas fue y sigue siendo un fantasma de ese conjunto que imponía respeto, admiración y poderío. Lejos está, de eso, de la próxima Libertadores, de la punta de este apertura, de todo. Por eso, el Pincharrata golpeó primero, con un centro desde la izquierda para que llegando por el segundo poste, el interminable José Luis Calderón la empuje con el muslo y la mande a guardar. Poco iba a tardar en reaccionar el Xeneize con una bocha que pierde Desábato rechazando hacia adentro para que Martín Pescador la caze con su magnífica y poderosa zurda la mande cruzada al segundo palo que defendía Damián Albil. Boca capitalizó ese gol por una falla, quizás la única de Estudiantes en todo el partido. Nunca por virtud propia pudo lastimar al local. Sabella sabe de esto, es su debut como DT con el Pincha y ya parece tener muchísimos años de experiencia y sabe que cuando las papas queman casi sin querer queriendo, Verón debe hacerse de la pelota, charlar un rato con ella y convencerla de que lo mejor es marcar el segundo. Ese iba a ser de Enzo Pérez, llegando por el segundo palo y definiendo muy bien para anotarse en la tabla de goleadores. El Rojiblanco fue mucho más que un desdibujado Boca, mucho más por su fútbol, por sus llegadas y hasta por su gente que no paró ni un segundo de delirar con semejante función, nada más y nada menos que ante Boca, para terminar de ponerlo contra las cuerdas.
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