No hay Messi-as que valga...

Las dos figuras del encuentro, Haedo y Cabañas. Por ellos, los guaraníes entán en el mundial 2010.

D10S dejó de jugar hace rato. Jesús salió en el entretiempo, y ni el Messi-as nos puede rescatar porque hasta el se desconoce. Argentina volvió a perder, una vez más visitando el Defensores del Chaco, en un viaje, partido y regreso para el olvido. La selección de Diego venía de caer en Rosario ante Brasil, lo cual permitió a la Verdeamarelha el pasaje al mundial y la amargura "mais grande du mundo" para cualquier hincha argentino. Quedó pendiendo de un hilo la clasificación y encima había que ir a Paraguay a rescatar algún punto que nos alivie de tanta angustia. Nada de eso pudo ser, con gol de Haedo Valdés a los 27 del primer tiempo, el conjunto del Tata Martino, con Jonathan Santana en el campo de juego (argentino nacionaliado paraguayo, ex San Lorenzo de Almagro), logró el pasaporte directo a Sudáfrica. Los locales fueron netamente superiores a nuestra selección. Encontraron en Cabañas y en Haedo dos delanteros encendidos ante una defensa remendada, que siguió perdiendo ante los ataques rivales. Serios problemas en la mitad de la cancha, con Gago y Mascherano perdidos, como si fuera la primera vez que jugaban juntos en la Celeste y Blanca. Una macana atrás de la otra se veían en los pies de cada uno de los once argentinos. El debut correcto del pibe Romero en el arco, sin responsabilidad alguna en el gol paraguayo. Zanetti debió cerrarse más de una vez porque tanto Domínguez como Heinze no tomaban las marcas de nadie y salían a cortar a destiempo. Papa fue un poco de marca, un poco de actitud, un poco de impresición. Como mencionamos Gago y Masche no se entendieron nunca compartiendo la mitad del terreno, un Verón contagiado de la malaria general, tanto que se ganó la roja en el inicio del complemento, tras quejarse por un fallo del árbitro del partido, Fagundes Filho. Lo cierto es que Dátolo fue el más sacrificado del equipo, aunque perdido en la nube general de desaciertos, y encima fue el que salió en el entretiempo por Lavezzi, que fue más lucha que fútbol ante la defensa guaraní. A Messi pareció pesarle la situación, no querer estar en la cancha, fue el gestor de los contragolpes de Paraguay y además no aportó nada en lo ofensivo, absolutamente nada. El peor error de La Pulga fue teniendo un tiro libre a 30 metros de la valla defendida por Villar, al que practicamente no le patearon, con Schiavi y Palermo en cancha para ganar desde arriba, decidió rematar al arco, para ganarse la silbatina general ya que la pelota se fue 5 metros arriba del horizontal. Y Aguero fue más entusiasmo y contacto que otra cosa, nunca pudo desequilibrar. El técnico planteó el encuentro casi idéntico al de Brasil, sólo que varió en algunos nombres. Hoy Argentina literalmente no pateó al arco, sólo un remate suave de Verón en la primera parte, nada más. En el primer tiempo, Dátolo tiró tres centros seguidos para el Kun, que mide 1,72 metros. Mientras que en la segunda etapa le tiraron un sólo peotazo a los grandotes que mando Diego, el Titán y el Flaco, el primero que mide 1,88 la bajó genial desde el segundo palo y casi la mete Schiavi de arremetida, faltando 30 segundos para el final. Queda claro quien debía jugar este encuentro y quien no. Un entrenador encaprichado con nombres que no le responden y se resigna tarde a hacer ingresar a dos "veteranos" que corren más que algunos chiquilines, que hace rato deberían ser hombres y jugar como se debe al fútbol. La Selección dio una muestra más de que no merecemos el pasaporte a Sudáfrica, pero dejó en claro que si clasificamos, no tenemos ni idea quienes van a ser los 23 elegidos, porque hoy nadie jugó. Un técnico que no les transmite a sus players una idea de juego no puede pretender estar entre las 32 mejores selecciones del Planeta. Se viene Perú... ¿Te acordás del 6 a 0?