Es el primero en pisar las semifinales. Es el abanderado de Serbia. El número 4 del Mundo está entre los 4 mejores, tras vencer en 4 sets al español y durísimo adversario Fernando Verdasco. Tuvo que trabajar en un partido muy luchado, muy apretado pero a la hora de la verdad no pesó la técnica, no pesó la perfección en las ejecuciones sino que fue más relevante la inteligencia y la toma de decisiones correctas. A fuego lento fue llevando el partido Nole, y por momentos se le hizo cuesta arriba. En la primera manga no se sacaron diferencias y fueron derechito al tie break para que en ese momento pese el uso de la cabeza y el serbio se lo adjudique por un aplastante 7 a 2. Luego iba a llegar el monólogo del madrileño, que se destapó y empezó a encontrar su tenis, a ser preciso y perfecto en sus golpes, y aplicarles la potencia necesaria para poner en jaque a Novak. El segundo arrancó 1 a 0 a favor del carismático Djokovic, pero enseguida llegarían 6 games al hilo del español para cerrarlo en 6-1. Ahí se vio la mejor versión de Fernando, el 10 del Planeta. Sin embargo, cuando parecía que el representante de la Armada española le daba vuelta la historia, vendría el rápido quiebre de Nole para arrancar de la mejor forma el tercer set. Más adelante, Verdasco emparejaría la situación en 3 games para cada uno. Y el serbio volvió a golpear en el instante oportuno, alzándose con el tercer parcial por 7 a 5. A partir de allí todo se le iba a hacer más simple a Novak, quebrando un par de ocasiones más para sellar la victoria por 6-2 y a otra cosa mariposa. 58 errores no forzados cometió el español, lo que marca lo mal que estuvo en algunos pasajes del encuentro. Con la simpleza de sus ejecuciones, utilizando lo que tenía bien y lo que no estaba así mejor guardarlo, así el 4 le ganó al 10, con la cabeza, demostrando perfección en su mentalidad y que cuando las papas queman no hay que enloquecerse.
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