4 de noviembre de 2009

Diluído con café


El Seleccionado Argentino Sub-17 dirigido por el Tata Brown cayó en los octavos de final del Mundial de la categoría en tierras nigerianas. Iba ganándolo cómodamente por 2 a 0, pero se quedó con uno menos y le fue imposible bancar la arremetida colombiana, que descontó, erró un tiro penal y faltando 3 minutos para el final clavó dos más. El equipo se diluyó y se quedó con nada.


Venía de jugar con suplentes ante los locales en el último partido de la fase de grupos. Cayó ene ese encuentro y finalizó segundo con 6 puntos en el grupo A. Se toparon en los cuartos de final con los Cafeteros, y a priori, todo se daba para que Argentina pase a cuartos. La Albiceleste se puso en ventaja con los tantos de Gonzalez Pires a los 17 del primer tiempo y en los 12 de la etapa final del encuentro, el pibe Araujo, de las inferiores de Boca, marcó el 2 a 0. Todo era relajación. Es más, las preocupaciones pasaban por ver como se reemplazaban a Villalva y Espíndola, que llegaban a la segunda amarilla. No había riesgos, pero la expulsión de Esteban, el marcador central del equipo del Tata Brown, complicó demasiado la forma de juego del conjunto nacional. Colombia creció a pasos agigantados, fue ganándose de a poco el partido, porque descontó con Murillo. Luego, el equipo de Viáfara malobró un penal en esa tarjeta roja de Espíndola, pero no pudo empatar. Lo haría después, a los 43 del complemento por los pies de Blanco, definiendo de caño ante Damián Martínez. Dos minutos después, Quiñones definió cruzado al lado del vertical izquierdo del 1 argentino. Argentina se quedó, se durmió, se confió, y el cachetazo colombiano para bajarlos a la realidad no tardó en llegar. Los sueños duran poco, casi como un relámpago, la tristeza quedó enmarcada en los rostros de los chicos que seguramente tendrán revancha si siguen trabajando así.

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