De cabeza a la pelea

Fecha 13: Independiente 1 - Gimnasia 0

El Lobo estuvo más cerca de ganar pero el mariscal Eduardo Tuzzio marcó el triunfo de cabeza a los 41 del complemento para darle al conjunto de Américo Rubén Gallego, la alegría de seguir prendido en la cima del certamen, con 23, a sólo 3 de los líderes. Gimnasia se hunde en un pozo profundo del que le cuesta horrores recuperarse.

Abrazo de gol para Tuzzio que marca el gol de la victoria.

Gimnasia jugó para ganar, el Rojo se presentó para perder. Y en el reino del revés, nada el pájaro y vuela el pez. El fútbol, argentino tiene un poco de esto, un poco de este delirio en cuanto a resultados y merecimientos que se modifican en un abrir y cerrar de ojos. El conjunto del Tolo Gallego no pudo quebrar hasta los 41 del complemento el arco del Gato Sessa. El Lobo platense mostraba mejoría en su actuación, con respecto alas anteriores, e intentaba ser más profundo que el local, que no encontraba el gol de ninguna manera. Los de Madelón buscaron más variantes y fueron más precisos a la hora de atacar al Diablo de Avellaneda, que en su segundo enfrentamiento en el Libertadores de América, le costaba hacer pié. Era difícil creer que más allá del empate, hubiese otro resultado posible. Si lo había, era triunfo de Gimnasia, por la entrega, por el intento y por desear ganarlo más que el Rojo. Pero a la hora señalada, cuando quedaban pocas respiraciones en el partido, cuando ya el reloj se acercaba a formar el momento del sonido del silbato, Eduardo Tuzzio, impactó con su cabeza la bocha proveniente de un córner que terminó siendo el 1 a 0 para Independiente. La vida te da sorpresas Madelón, vaya si te las da, porque el Lobo se quedó con las manos vacías en la inmensidad de un festejo alocado del cuerpo técnico y de las tribunas, en el nuevo escenario donde el conjunto de Gallego brinda sus funciones. Justamente este no fue de los mejores actos, pero supo encontrarle al nudo un gran desenlace que le dio el cierre del telón a una noche que roba los aplausos por obligación pero no por gran fútbol. Se suma el Rojo a la lucha, como para que de a poco lo tengan en cuenta al actor secundario de una novela que tiene todavía varias fechas por escribir.