16 de abril de 2010

Novak mas...

Nalbandián fue menos que un Djokovic inspirado en el polvo de ladrillo de Monte Carlo, y le fue sencilla la victoria en sets corridos ante el unquillense. David sufrió dolencias en su pierna izquierda, sobre todo en el segundo parcial, y eso lo fue dejando de a poco fuera de cualquier espectativa. Nole deberá batirse contra españoles, en semis y en una posible final, para quedarse con el reinado del torneo, el primer Masters 1000 del año sobre canchas lentas.

Novak Djokovic [1] a David Nalbandián 6-2 y 6-3
Hasta que punto era beneficioso para el argentino no cruzarse en los cuartos de final con ningún miembro de la Armada española si del otro lado de la red empezaba a pelotear con él, Novak, el primer preclasificado del certamen por la ausencia del Gran Rogerio. Y hasta que punto sería bueno afrontar este compromiso sobre canchas de arcilla cuando David viene de una lesión importante, recuperándose de a poco, y en este torneo lo han hecho esforzarse y bastante, por sobre todo en el duelo ante el ruso Mikhail Youhzny, donde batalló por casi tres horas de partido. Luego dejó en el camino con mayor holgura a un experto de la superficie y un rival que siempre es a vencer como Tommy Robredo. Pero claro, las especulaciones quedan a un lado cuando se dispone a jugarse el primer game del cotejo entre ambos. Le fue simple a Novak tomar distancia muy rápido en el primer parcial, sin dejar acomodar a un David intermitente en todos los aspectos: en sus impactos, en lo psicológico (sobre todo en el 2º set), en su servicio, y fue justamente este último, que no anduvo de la mejor forma, y es por eso que Djokovic tomaba la luz de ventaja. El hombre más carismático del Circuito se pone serio y afirma el paso en el partido buscando cerrar la primera manga lo antes posible. Un jugador que, es un claro potencial número 1 del ranking. Hoy está dos, compartiendo el lote del podio mundial con Federer y Nadal, y da la sensación que con ellos dos se le hace muy cuesta arriba ese objetivo, sin embargo, él es persistente y mantiene el fuego intacto. Volviendo a las acciones, Novak se llevaba cómodo el primer parcial del match por un claro 6-2, donde poco pudo efectivizar Nalbandián, y donde el serbio fue la otra cara de esa moneda.

Para la segunda instancia del duelo, las actitudes de ambos se modificaron. David intentó cambiarle el rostro a la situación de desventaja, pero claro, no contaba con la astucia del actual 2 del Mundo. Quiebre obtenido nuevamente con agilidad y habilidad por parte del europeo, lo que le permitía agrandar el marcador a un 3-1 claro, con la ruptura sellada a través de su saque. Empezaron los problemas en el Rey, con molestias casi continuas en su pierna izquierda, quizás por una clara sobrecarga de tantos partidos después de mucho tiempo de inactividad, le generaron alguna contractura o dolencia, pero se espera que no sea más que eso. Así y todo, con poco para ganar y mucho por perder, Nalbandián tomó riesgos y comenzó a realizar un tenis corto, simple, pero que le generara resultados positivos y escaso ritmo o movilidad intensa. Las cartas estaban echadas, tal como la mismísima suerte del argentino ante un hombre que, no aflojaba. La única flaqueza de Djokovic en el match se vio con nitidez en el octavo juego de ese segundo set. Y hasta que punto fue una falla propia, sino más que nada, aciertos de Nalbi. Una distancia de 15-40, lo ponía en grandes aprietos al hombre, con su saque, ante un David que veía su resurgimiento en el juego, con molestias y todo, en esas dos ocasiones para romper con la hegemonía de Nole. El serbio se cargó con dos grandes aciertos: un drop shot impecable, realmente pegado a la red y con muchísima precisión (en el medio, el cordobés erra increíblemente por muy poco un revés paralelo desde el fondo de la cancha) y una buena resolución en la red frente a su rival por la paralela lo ubicaban con la ventaja en el marcador y cerró con un nuevo punto ese game tan importante para él, como lo fue de frustrante para la raqueta nacional. Era la bocanada de oxígeno renovadora que el argentino necesitaba con suma urgencia, para torcer el destino rápido y triste que tenía el encuentro hasta ese entonces.

Luego fue todo de Nole, quebrando en el último game nuevamente el saque del Rey. En una hora y dieciocho minutos, fueron casi nulas las ocasiones que obtuvo Nalbandián para inclinar las acciones a su favor. Fue sumamente notorio el oportunismo del 2, para cosechar cada opción brindada por su adversario y estirar las diferencias lo que más se pudiera para no caer en bajones o en inconvenientes. Está claro que David está volviendo, que ha realizado un meritorio papel, eliminando a dos importantes jugadores como lo son Youhzny y Robredo, y que si hubiera estado con un poco más de ruedo, uno nunca sabe si la cuestión hubiera finalizado de otra manera. Se queda en el camino Nalbandián, pero encuentra en el futuro cercano que debe defender muy pocos puntos del año pasado y que ese revés, ese que nos ha deleitado en muchos momentos, continúa y va regresando a cuentagotas, como él, con la tranquilidad de tener conciencia de que va por el camino correcto.

Otros resultados de hoy, 4º de final:

Ferrer [11] a Kolschreiber 7-5 y 7-6(1)

Nadal [2] a Ferrero [9] 6-4 y 6-2

Verdasco [6] vs. Montañés (en acción)
Semifinales de mañana

Rafael Nadal [2] vs. David Ferrer [11]

Novak Djokovic [1] vs. Verdasco [6] o Montañés

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