10 de julio de 2010

¡Gigantes!

Ante la ausencia del gran David, los Goliat fueron Zeballos y Schwank. El marplatense y el rosarino funcionaron de gran forma y le ganaron en 4 sets a Davydenko (que volvió a jugar) y Kunitsyn. Un enorme resultado de los chicos que nos dejó arriba por 2 a 1 y el domingo ya se respira mejor con Nalbandián en cancha.


Nadie puede decir que Tito Vázquez no muere con sus principios o que no se la juega. Modesto, con cierta modestia si se quiere, decidió no utilizar a David en el dobles que fue tan importante frente a los suecos en una superficie similar, para preservarlo. Davydenko decidió salir a jugar el dobles casi sin experiencia alguna y ni siquiera rodaje en este año (sólo 3 partidos). A su lado Igor Kunitsyn, que fue le mas regular de la pareja rusa. Y Tito se volcó por los dos que no habían jugado aún. Luego de la victoria de Nalbi sobre el androide en sets corridos y de la caída del mismo modo de Leo en su duelo ante Youhzny, no había nada mejor que guardar a los singlistas. A la cancha: Horacio Zeballos y Eduardo Schwank.

Ambos sabían que la parada era brava y que la responsabilidad corría en sus raquetas. El primer set del partido, mostrando una clara actitud netamente positiva de los argentinos, sosteniendo un nivel de juego por demás de lo esperado ante un Nikolay que no daba demasiados indicios de poderío desde su lado, los arrastraba derecho al tie break con un quiebre por lado, ofertados por Schwank y Davydenko, los dos con más vulnerabilidad en el servicio durante todo el match. El desempate no iba a estar desacorde al desarrollo y se estiró hasta el 9-7 a favor de la dupla sudamericana. Primer set adentro y toda la ilusión de que se podía en alza. Lo que ayudó mucho a mantener la regularidad en el juego nacional fue le gran porcentaje de los primeros servicios. De hecho, cada vez que había un bache en ese rubro, significaba ocasión de quiebre para los europeos. Por eso, desde allí, cada golpe y ejecución eran claves para no dejar rastros de inseguridad.


En el parcial 2, el dominio argentino fue más notorio que en aquél inicio del duelo. A pesar de seguir siendo muy equilibrado en las estadísticas (14 winners ARG, 11 RUS / 10 iguales en errores no forzados), se marcaba claramente que el equipo nacional estaba mejor, que se lo veía buscando cada punto con firmeza, yendo los dos, tanto Eduardo como Horacio, a no dar por perdida ninguna pelota. La ruptura del saque del Androide por parte de los argentinos le permitió sacar para el set al elenco dirigido por Tito Vázquez. Y fue cierre de la manga por 6-4. En el tercer set, hubo unos vaivenes que se produjeron quizás por el hecho de estar 2-0 arriba o no terminar por tomar las riendas del partido y liquidarlo con la manga que restaba por ganar. Schwank aumentó sus errores en el juego de saque. A eso, se le sumó una cierta imprecisión en las definiciones en la red de Cebolla. Todas esas pequeñas cosas complicaron el match. Nuevamente un tiebreak, golpeaba las puertas del cotejo. También en este parcial hubo un quiebre por lado. Hablando de la muerte súbita, los rusos tomaron rápida ventaja con un Davydenko que se empezaba a animar a jugar este partido. Argentin acortaba la brecha, pero el Androide la volvía a estirar. Fue 7-3 para los rusos que se armaron de paciencia y lo sacaron adelante.

Cuando Davydenko creció, Kunitsyn se vino abajo. En ese final del tercero e inicio del cuarto donde se vio mucho mejor a Nikolay, Igor mermó notoriamente su tenis. Es por eso que nunca el elenco ruso encontró un equilibrio, cosa que Argentina mantuvo en los buenos y malos momentos. La realidad parecía brava para Schwank, porque al sentirse frustrado por el 1-2 que conseguía Rusia y que encima te quiebren en el arranque del cuarto, parecía un derrumbe a su concentración. Y ya no estaba tan cómodo el partido. Sin embargo, como si nada hubiese pasado, los argentinos quebraron por 2: primero a Davydenko y después a Kunitsyn (con previo game de Cebolla), para que Edu estuviera nuevamente con el saque con una impensada diferencia de 3-1 a favor. Mantuvo su game. Le costó. Pero lo sacó adelante.

Luego de ese pequeño pozo en el que Argentina pudo levantarse de manera categórica, se simplificó el match. Davydenko no volvió a crecer, Kunitsyn se escapó de las responsabilidades y fue todo de ellos. Redondeando un gran set y promediando un 70% de los primeros saques, los argentinos se cargaron con un 6-1 tremendo a los rusos. Con 20 errores menos y 9 tiros ganadores mas que los europeos, Eduardo y Horacio cumplieron con creces ante una "inexperta e improvisada" pareja de dobles, que quiso salvar las papas, pero se terminó prendiendo fuego ante un gran día de Zeballos y Schwank. Dieron todo, y se llevaron el premio.


Desde 1995 que Rusia no pierde como local por la Copa Davis. Todo un dato. Mañana será en primer turno y si nada cambia la presentación de Nikolay Davydenko frente a Leo Mayer (Gabashvili y Schwank pueden ser sus respectivos reemplazos). Y a continuación, si hiciera falta, la salida a la cancha de Mikhail Youhzny frente a David Nalbandián (parecen inamovibles si la serie continuara incierta). Está muy cerca Argentina de alcanzar las semis. Sólo falta un pasito más, un saque más, una volea más. Hoy la dupla nacional se lució y dejó la esperanza a la vuelta de la esquina.

Las otras series:

FRANCIA 2 - ESPAÑA 0
(DOBLES: EN JUEGO 2-1 EN SETS PARA FRA)

CROACIA 1 - SERBIA 1
(DOBLES: EN JUEGO 2-0 EN SETS PARA SER)

CHILE 0 - REP. CHECA 2
(DOBLES: en unas horas)

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