12 de agosto de 2010

Renacimiento del Romanticismo

Sí. Apreta el puño, respirá hondo. Como quieras... Juan Román Riquelme puso el gancho y es nuevo jugador del Club Atlético Boca Juniors desde el día de la fecha hasta el año 2014, en el mes de junio. Después de que se la pudiera vincular con el Martín Fierro por ser la novela del invierno con mayor atractivo, con idas y venidas, con amoríos y traiciones, digna de un director de trayectoria, Boca logró el cometido y el final felí que todos esperaban (casi todos).



Gran responsabilidad de tanto revuelo e indecisión para definir la situación contractual de Riquelme, cabe la culpabilidad en un 90% de la dirigencia actual. Porque si aun jugador se lo quiere, se le renueva antes de que finalice su anterior convenio. Al no ser así en este caso, por haber una buena cantidad de miembros de la cúpula Xeneize que no quería seguir contando con los servicios del 10, todo se manejaba en una tensa historia. Que Ameal sí. Que lo que queda del Macrismo no. Y así... los días pasaron, las noches fueron eternas para la espera del hincha, que lo quería a Román lo más rápido posible y no comprendía que el club se deshiciera de él de una forma drástica y sin anestesia.



La dirigencia quebrada en una decisión vital para este mandato que lidera Jorge Amore Ameal: si no le renovaban a Riquelme, quedarían como los malos de la película en la rica historia de Topo Gigio en la institución, lo cual sería una mochila difícil de cargar hasta que el tiempo de presidir Boca finalice. Primero los reclamos de Román por envíar por mail (poco serio para ser el mejor jugador pago del país). Luego, el tema de las cláusulas nada agradables para el 10. Una pero que la otra, le impedían cerrar su continuidad. Salió al choque en algunas emisoras y aclaró que su representante no atiende a nadie, que se quería retirar en Boca y que no le interesaba otra cosas porque amaba y quería seguir jugando con esa camiseta.

Desde el 30 de junio hasta hoy, el "supuesto" se ha utilizado infinidad de veces en esta novela tremenda que hicieron vivir los máximos responsables de Boca a cada uno de los hinchas. Fue tan simple lo de Palermo ¿Por qué no lo de Román? Lo dicho anteriormente: no había CONSENSO. Ameal como cabeza no dio nunca el brazo a torcer, se mantuvo firme en su postura y ganas de que el hombre siguiera formando parte del equipo. Borghi lo esperó hasta las últimas consecuencias, además de su lesión de la cual cada vez está mejor en los físico, esperaba que la situación contractual se defina de una buena vez. Nada pero para un DT que tener un ancho de espadas sin uso ni entrenamiento por cosas que exceden lo deportivo.


Pasó demasiada agua abajo del puente que hasta el fana de Boca se pudrió de tanto revuelo por todo. Lo quiere a Román ya en cancha, pero deberá esperar. Si tiene suerte reaparecerá en la fecha número 5 del campeonato. Mientras tanto, hoy Romi firmó su vinculo por cuatro temporadas (seguramente las últimas que tendrá en su carrera. Ya tendrá 36 años cuando termine), hasta el mes de junio del 2014 (lo puede retener una posibilidad mundialista, que no se ve cercana, salvo que su nivel sea descollante en esos tiempos futuros). Hoy Román entrenó de nuevo con sus compañeros de siempre y con aquellos nuevos a los cuales empezará a conocer y a acoplarse a este esquema táctico que Borghi le planta a su alrededor y que juega para él.


La realidad es que Riquelme termina con un duro tironeo de sus servicios para desembarcar del lugar de donde nunca se fue, de donde nunca piensa irse, de donde consiguió sus mayores alegrías, donde fue felí, donde buscará nuevos desafíos como conductor natural de este equipo que lo necesita para ayer. Román llega para quedarse, el 10 se calza la ropa y deja en el pasado toda la mala sangre que el hincha y él pudieron pasar. El amor renace, el Romance sigue vivo...

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