21 de mayo de 2010

Los prendieron fuego

La "gente" de Estudiantes se encargó de prender bengalas para empezar a celebrar y a ponerle color a lo que era un 2-0 y semis para el Pincha ante el Inter. El área de Orión se llenó de humo y Giuliano la calzó de derecha cruzándola para dejar afuera por el gol de visitante a Estudiantes a 2 minutos del final. Post partido, lío entre Desábato y Abbondanzieri, con la participación especial de Lauro, arquero suplente del equipo carioca, y Orión.

Desilución en Desábato tras el gol. Luego protagonizaría bochornoso episodio con el Pato.

Estudiantes 2-1 Internacional 
GLOBAL: Inter 2-2 (gol de visitante)

Era difícil el trámite del encuentro, pero el campeón defensor confiaba en sí mismo y en su fútbol para llevar a cabo la remontada del resultado, no tan abultada, pero sí con la obligación natural de superar a Inter por 2 o más goles. La derrota sobre la hora en Brasil, dejó a Estudiantes en jaque y con la necesidad de buscar el gol en el Centenario quilmeño desde el primer minuto. Una ráfaga de llegadas permitió que a los 18 y a los 20, el Pincha sacó la diferencia que precisaba pàra acceder a las semifinales y terminar el semestre con la ilusión inalterada del bicampeonato. Primero Leandro González picándola por encima del Pato Abbondanzieri, y luego, Enzo Pérez, con una definición notable al segundo ángulo. A partir de eso, el local se dedicó a lo que suele hacer de gran forma y lo que lo identifica como gran equipo, "defenderse con la pelota", dejando solamente a Boselli como punta y haciendo que las llegadas sean con mucha gente desde atrás. El complemento le dio 4 o 5 oportunidades de establecer un 3 a 0 inobjetable que hubiese sido el gol eliminador para el conjunto de Fossati. Varios tiros desde afuera de Verón, Sosa, una llegada clara con un cabezaso de Boselli, aunque en offside, y escaladas de Clemente por la banda izquierda, volviendo a sus inicios, como se desempeñaba en Boca.

Internacional empezó a asediarlo al León, que inconscientemente inició un retroceso en el campo de juego, a eso de los 30 de la parte final.Sin ideas claras, con un D´alessandro poco inspirado, Jorge Fossati apostó a muchos delanteros para preocupar a la defensa pincharrata. De hecho, el Nene salió en los instantes finales. Un tiro libre que tapó muy bien Agustín Orión fue la única llegada neta del equipo visitante. Pero, la macana del año se mandó la "hinchada de Estudiantes"que se encargó de celebrar antes de que el pitazo final llegara y la pirotecnia, o mas precisamente el humo, plagó el área del ex arquero cuervo con una neblina muy incómoda, que le permitió a Giuliano convertir a dos del final, el gol del Inter cruzándosela por bajo al guardameta pincha. Este hecho fue repudiado por los hinchas que estaban ubicados en la zona de plateas, al igual que por algunos jugadores que miraban sin entender. No se quiere meter a todos en la misma bolsa, pero sí repudiar un episodio que perjudicó al menos la concentración de un Estudiantes que aguantaba casi sin inconvenientes el resultado y la visión del número 1. Una lástima porque a Estudiantes no le quedó tiempo para nada, ni para elaborar ninguna arremetida en los 5 minutos que le restaron al duelo. Una distracción, una macana importante de la "gente" de la popular, le costó al elenco de Sabella, la eliminación de la Copa Libertadores. 

Y post encuentro, enfrentamiento entre Desábato y Abbondanzieri. En el medio, apareció Lauro, arquero suplente de la visita, le pegó desde atrás al Chavo y salió corriendo. Un acto digno de la cobardía absoluta y de la incitación a la violencia. Orión reaccionó y lo fue a buscar al hombre del Inter. Por fortuna, los incidentes, por una conciencia colectiva de ambos equipos, no pasaron a mayores. Pero el Pato ligó un cabezaso de Desábato que le provocó un corte en la ceja al propio defensor del León.

Se acabó la aventura de Estudiantes, un claro candidato a este torneo, para lograr ese segundo logro consecutivo. Por una distracción por la ignorancia de la hinchada, si así se los puede llamar, más la definición de Giuliano, decretaron que el Pincha tenga un semestre con las manos vacías. Luchó hasta el final, en ambos frentes, como esa fiera que suele ser a la hora de jugar. Borrón y cuenta nueva, pero no olvidarse de todo lo bueno que se hizo como equipo.

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