28 de mayo de 2010

A llorar a la Iglesia

Cebolla Zeballos no pudo ante el poderío de Rafael Nadal y le dijo adiós a Roland Garros en tres mangas: 6-2, 6-2 y 6-3. Papel digno en la segunda rueda del argentino, que jugó hasta donde el manacorí lo dejó y haciéndo toda la fuerza posible.

Segunda experiencia en Grand Slams (US Open 2009) para Cebolla, la primera en París.

Duelo de zurdos era la propuesta de la Philippe Chatrier, bien temprano en Buenos Aires (6.00 am), para disfrutar de una nueva jornada del segundo Grand Slam del año. Y en ese primer plato fuerte de la jornada estaba Horacio Zeballos, que venía de acceder a segunda rueda tras batallar por 5 sets. Y encima de todo te toca con Nadal. La suerte no lo acompañó en el cuadro y hoy por la mañana todo le fue difícil.

Planteando un juego de fondo de cancha en el inicio, y utilizando como factor sorpresa el drop shot, no le terminó resultando. El español tomaba las riendas cuando quería en cada punto, casi sin complicaciones para revertir la posición defensiva en una de ataque. Y a Horacio todo eso le generaba un problema atrás del otro. A pesar de que por momentos realizaba ejecuciones con slice y drops perfectos, con Nadal no alcanza, y el punto se estiraba uno o dos golpes más para recién ahí conseguirlo. O no. Lo cierto es que la primera manga del partido se fue rápido en manos del 2 del Mundo por 6-2. Un set que estuvo plagado de velocidad de pelota, de sobrepiques y de anticipación por parte de Rafa.

Los ángulos del ex numero 1 estaban afiladísimos por momentos y hacía dura la tarea del argentino para defender cada pelota que se abría hacia los costados. En el segundo parcial, algunas cosas iban a modificarse. En una merma en el nivel de Nadal, Cebolla contó con sendas chances en un mismo game de quebrar. No lo pudo hacer. Por lo tanto, lo terminó pagando. Se fue despegando nuevamente el español en el marcador, quebrando y mostrando su potencial absoluto en el polvo de ladrillo (patio de su casa). 6-2 nuevamente y el partido para el marplatense caminaba por el borde de la cornisa.

Horacio abusaría por demás en ese segundo set de los drop shots que no le servirían de mucho, porque Rafa ya estaba precabido en ese golpe, y casi siempre, lo terminaba perdiendo. Por esa falta de recursos para vulnerar a un hombre que se equivoca muy poco, Horacio caminaba por ese circulo vicioso de los mismos golpes para tratar de sorprender lo que ya no era algo nuevo.

Ritmo imparable desde su regreso al Circuito. En 3º rueda va contra Hewitt.

En el tercer parcial, además de una tranquilidad de Nadal a la hora de jugar, Zeballos demostró otro juego que le convenía muchísimo más: los puntos cortos. En los "rallys" (peloteos) largos, perdía en su gran mayoría. En cambio, las posiblidades eran muchas más en ese tipo de juego que pretendía plantear y que de hecho, llevó a cabo. A partir de allí, al español se le hizo más difícil y no tan cómodo (como fue la gran parte del trámite del encuentro) romper con el saque de Cebolla. Pero si lo haría una vez y tomaría distancia de 4-1 como para cerrar rapidamente la historia. Zeballos reaccionó y con el pulso firme logró por única vez en el encuentro la ruptura del servicio de Nadal. Algo que serviría de poco porque después con su propio game de saque, el hombre de las particulares remeras se llevaría nuevamente esa ventaja, y cerraría el partido por 6-3.

El 44 del Planeta hizo todo lo que estuvo a su alcance para complicarle la vida en una hora y 45 minutos, a un Nadal sólido por donde se lo mire, (80% de efectividad en el primer saque) preocupado por perfeccionar ejecuciones en algunos pasajes del encuentro a un tenis que ya es sensacional. El paso por Francia no debe desilucionar a Horacio que tiene su primera experiencia en Roland Garros, y es buena la proyección hacia el futuro cercano con los próximos Grandes que quedan por jugar.

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