Estudiantes 2-0 San Lorenzo
Corazón de León: la gran figura de la cancha, tomándose el pecho luego del gol.
Y no pueden dejar de aplaudir. El hincha terminó gritando: "¡Sabella, Sabella!". Vaya si tiene colchón por parte de la gente el DT del Pincharrata. Hoy estudiantes supo reponerse de una dura caída como suele suceder en los clásicos ante el Lobo. Hoy hubo un sólo equipo en la cancha y ese fue el conjunto de don Alejandro. Un San Lorenzo pobre y deslucido nunca le encontró la vuelta a un Estudiantes con enorme despliegue en la marca, presionando en todos los sectores, sacrificado, solidario, veloz, preciso y con Verón a la cabeza, era realmente imposible que se le escape el encuentro. Al no tener un 5, todos colaboraron en esa tarea de la captura del balón. Un formidable trabajo del Principito Sosa y del Chino Benítez por los andariveles, alternándose los costados junto con el chiquitín Maxi Núñez. Un Cuervo que no hacia pie en el fondo, no hacía pie en el medio y la pelota no llegaba arriba. 2 minutos pasaron para que se ilumine Sosa por derecha realizando un enorme auto pase de afuera hacia adentro, busco el centro atrás donde encontró la primereada de Boselli para dejarla en el primer palo ante la mirada de Pablo Migliore.
Un primer tiempo a puro despliegue, como en esas películas de acción donde se hacen un gran operativo para capturar a un ladrón. Eso mismo hacía Estudiantes con la pelota. Se mataba por ella, y ella se dejaba jugar. De San Lorenzo, no espere nada más que los lamentos del Cholo. No inquietó, no pesó y casi no vio la pelota. Claro que, en la segunda etapa, con otra modificación más, el Cuervo cambió la actitud y tuvo algo de precisión y de intenciones, que se estancaron en eso, intenciones. Nunca pudo ser profundo ni arrinconar a un León herido, que venía de perder ante el Lobo y necesitaba curar la herida con una gran exhibición de fútbol. Sólo rescatar en el visitante la movilidad y las ganas de querer algo distinto del Papu Gómez. Hay en Estudiantes un estilo de juego: tiene nombres, tiene eso que hay que tener, tiene audacia, eficacia y solidez. Contra un equipo así, salvo que lo agarres en un muy mal día, la cosa no va ni para atrás ni para adelante. El resto se ahogó en un fútbol realmente para aplaudir del Pincha. La segunda etapa estuvo literalmente de más, porque no pudo ni siquiera descontar ni llegar con gran riesgo al área el Matador de Boedo. Es más, pedía por favor que pasen los minutos ante el toque incesante del pincha. Expulsión de Aguirre a los 23 que le provocó al equipo del Cholo quedar más jugado que durante todo el partido, porque ya había agotado un minuto antes las variantes. Los de Sabella tuvieron unas cuantas para generar una verdadera goleada pero apareció Migliore para salvar a San Lorenzo. Fue una verdadera tortura futbolística la que sufrió hoy la visita y el local se lució ante su gente, provocando nada ni nada menos que el aplausómetro al tope en el estadio.
Estudiantes fue hoy un gran equipo que continúa demostrando porque fue el gran y merecido campeón de la Copa Libertadores de América y casi logra ser el mejor frente al Mundo. Un orgullo nacional con un abanderado en absoluta plenitud como lo es
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