Parecería ser parte de un decálogo, de esos mandamientos casi impuestos por vaya a saber quién. No se le puede escapar. Nadie les puede escapar. ¿O alguien se opone a esta inocente movida?. Un avión más grande que el pensado, ya que el amistoso en Dubai se pinchó y el vuelo directo quedó como plan B. En esa nave que trasladó a la selección nacional al destino mundialista, arribaron en el mismo una delegación más. Una comitiva interesante, o por lo menos peculiar. No sé si tendrán el pasaporte al día, si irán con su propia identidad, pero parece que el buen comportamiento tiene premio. ¿Un premio? Claro, el de viajar y permanecer gratis en Sudáfrica, para alentar a la Argentina claro. ¡Cómo no vamos a llevar a la 12!. Una hinchada que es la mitad más uno, que no genera problemas, que se caracteriza por ser la hinchada que siempre vive en un clima festivo, y no es casualidad que Diego sea hincha de Boca. Y ojo, esto no es contra la gente de Boca ni mucho menos. Ellos no representan al verdadero fana y socio de Boca. Ese que paga la cuota, que se llena los ojos de lágrimas ante un tropiezo y que esas mismas lágrimas surgen en la alegría de esta década por demás plagada de títulos para el Xeneize. A no confundirse. Esto pasó en 2006 con los afamados Borrachos del Tablón, con la barra de Independiente y muchos más equipos. Esto no es de ayer, ni va a terminar mañana.
¿Caras borrosas? Si son buenos tipos...
Ayer por la mañana escuchábamos a Norai Nakis, a Segura y a Crespi, dirigentes de Armenio, Argentinos y Boca respectivamente, que hablaban de éste extraño pero común suceso: que en el mismo vuelo que viajaron los jugadores argentinos estén los hombres pertenecientes a una Barrabrava. Creo que la palabra en sí que los califica lo dice todo. No hay que agregar demasiado. Son el verdadero "karma" de este fútbol que vivimos. Son los que no se comportan como hinchas: no son personas, no son gente de bien, porque no respetan a nada ni a nadie y se creen dueños de la verdad, hasta de una institución tan grande y gloriosa como un club. Y en ese contexto se mueven, con total libertad, sin restricciones. Se cansan de hablar de "derecho de admisión", ¿Para quién?... Volviendo a las palabras de los conocidos dirigentes, afirman no ser parte de ese paupérrimo y despreciable hecho. El sólo pensar que un Barrabrava esté pisando el suelo sudafricano ya da que hablar, porque no se lo ganan laburando, se los regalan como si fuesen embajadores de algo. Embajadores de la V. Vergüenza y Violencia. Eso es lo que nos tendría que generar, teniendo una simple conciencia, prendiendo un televisor y viendo quienes son los que protagonizan los episodios de descontrol en los partidos o por quiénes se suspenden o paran los mismos. Canticos racistas durante todo el torneo clausura, y de años de antecedentes en este aspecto que recién ahora se intenta mejorar. Portadores de banderas hirientes, insensatas y hasta incoherentes. Generadores de vacíos en una sociedad perdida, que se deja llevar por esta hegemonía que imponen aquellos que se sienten mandamases.
La comitiva Xeneize en el avión. Vergonzoso.
Pero así lo desean aquellos que mandan en un sistema tan averiado, que permite displicentemente generar pasajes, estadía y lugares de "privilegio" para estos "hombres" que no quieren al país, que no tienen noción de la pasión argentina y mucho menos, conocen el sacrificio por llegar a un mundial, ahorrando peso por peso, y teniendo que lidiar con muchísimos obstáculos para llegar a donde ellos llegan... llegando con la violencia como abanderada. Y al ritmo de "Y ya lo ve, y ya lo ve, es para el hincha que lo mira por TV", te invitan a vivir el mundial y que tengas a ellos como principales corresponsales de la "pasión que sentimos".
PD: seguro traen llaveritos...
