Gonzalo Sorondo fue el encargado de marcar a dos minutos del fin del tiempo reglamentario, el gol que le dio al Inter de Porto Alegre la victoria como local ante Estudiantes por 1 a 0, depositándolo a su equipo para la revancha del próximo jueves, en un buen panorama ya que todos los empates lo favorecen y un gol mas en la visita a Quilmes complicaría muchísimo la remontada del Pincha.
Sorondo celebra con Guiñazú, otro argentino titular en Inter.
Sorondo celebra con Guiñazú, otro argentino titular en Inter.
Inter 1 - 0 Estudiantes
Con el control remoto en la mano. Estudiantes lo perdió con la tranquilidad de haber hecho casi todo a la perfección. sólo tuvo dos carencias claves. Una, la falta de definición en las aproximaciones pequeñas que tuvo el visitante. La segunda, la jugada del gol. Centro frontal. Desábato lo pierde a Sorondo que le alcanza con peinarla para cambiar por completo el destino del balón, dejando a Orión atónito y con sus manos esperándola en el centro del arco, en cambio, la bocha fue por el primer poste. El resto del partido, los de Sabella lo manejaron, con y sin la redonda en sus pies. Sánchez fue el constante estorbo para un D´alessandro que se movió por todo el frente de ataque pero que poco pudo inquietar por desequilibrio. Un rendimiento totalmente diferente al del duelo con Banfield, donde se hizo amo y señor del partido. Volviendo a los hombres rojiblancos, Fede Fernández tuvo que hacer una ardua tarea corriéndose a la derecha en los momentos que Clemente escalaba por esa banda. Cellay de majestuoso encuentro, cortando y anticipando todas las pelotas. Enzo Pérez tuvo las mejores oportunidades de concretar esa ventaja que le diera a Estudiantes de La Plata ese aire que le brinda el gol fuera de su hogar, pero el ex Tomba las desperdició por no estar en la mayoría de las veces con su perfil más cómodo. Y varios puntos altos más para destacar de un Pincharrata que fue a hacer lo suyo, lo que sabe ejecutar. Pelota al piso, circulación de la misma. Lo que suele llamarse defenderse con la pelota, lejos de su arquero, con asociaciones en el mediocampo para que los minutos corran y las chances de Inter sean cada vez menores. Fossati metió mano al banco y no tembló al sacar a Andrés D´alessandro y a Nei (hombres claves y figuras en el triunfo ante Banfield por los octavos de final). El DT buscó variantes que pudieran vulnerar a un defensa sólida, prolija y concreta en lo que debía realizar.
La aguja corría para el equipo local empujado por la agonía que vivía su gente en las tribunas. Y el conjunto brasilero fue hacia adelante casi dejando dos hombres en defensa, casualmente los dos centrales: Bolívar y Sorondo. Éste último, Gonzalo, la peinó en el minuto 88 para el 1 a 0. Había tenido algunas ocasiones de gol, pero no del todo claras como para adjudicarse el triunfo. Tampoco Estudiantes buscó el gol, sino el error, que rara vez llegó. Y si ocurrió, como anunciábamos, se diluyo por la escasa cuota de definición. Por allí giró el match. Con paciencia de los dos lados, para aguantar y para encontrar el premio. Un tremendo desgaste físico hizo el Pincha que terminó con Enzo Pérez, Desábato y hasta por momentos Verón, extenuados.
Buena diferencia la que consiguió el elenco de porto Alegre para visitar el próximo jueves a los Leones de Sabella en la vuelta, donde todos los empates lo dejan en semis, y hasta la derrota por 1 a 0, le da la chance de ir a los penales con un Pato Abbondanzieri que sabe de esas historias. Y hasta cualquier otra derrota por un gol de diferencia (1-2, 2-3, 3-4, etc.) lo depositan en la siguiente instancia de la Copa Libertadores. Para Estudiantes, todo es definición. Puede quedarse este fin de semana con el torneo local, es por eso, que no puede guardar a ningún jugador, debe poner todo. Y encima el jueves tiene la revancha casi sin descanso alguno. Mucho puede pasar y el conjunto platense sabe que tiene que ganar al menos, por dos goles. Hasta que punto le dará el cuero a este equipo defensor del título en esto que se dio y que es una final anticipada. Cómo podrá reaccionar este grupo ante la adversidad en los dos frentes que lucha por títulos. El León está herido, pero no lo den por vencido, ni aún vencido.
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