Estudiantes 1 - Lanús 1
Estudiante sigue haciendo de local en la cancha del Cervecero y esta vez no le fue bien. Un primer tiempo arrollador de los de Sabella para ponerse por uno arriba, pero en el complemento Lanús mejoró con la banca que saltó a la cancha y lo empató faltando 9 minutos. A pesar del empate, sigue siendo líder el Pincha junto a Vélez. El Grana mostró signos de recuperación.
Hoyos le dijo a Mauro: "¡Tapame la cara ya que no quiero ver más este primer tiempo de Lanús!" Obediente Boselli.
Estudiante sigue haciendo de local en la cancha del Cervecero y esta vez no le fue bien. Un primer tiempo arrollador de los de Sabella para ponerse por uno arriba, pero en el complemento Lanús mejoró con la banca que saltó a la cancha y lo empató faltando 9 minutos. A pesar del empate, sigue siendo líder el Pincha junto a Vélez. El Grana mostró signos de recuperación.
Hoyos le dijo a Mauro: "¡Tapame la cara ya que no quiero ver más este primer tiempo de Lanús!" Obediente Boselli.
En el estadio Centenario de Quilmes fue un tiempo para cada uno. El Pincha sin Verón, Albil, Braña, Pérez y demás lesionados de hace tiempo le hizo una gran primera etapa a un Lanús envuelto en su propia confusión. El pibe Maxi Núñez fue imparable por donde se moviera. Triangulaciones perfectas con Boselli y Salgueiro, más la llegada de Carrusca por la otra banda, eran los elementos que ponía en ataque el elenco de Alejandro Sabella. Más el aporte de los dos laterales que anduvieron muy bien en esos primeros 45 minutos, Clemente Rodríguez y Juan Manuel Díaz. El pelado fue una locomotora a vapor todo el partido, quitando, cerrando, tocando y buscando los huecos para meterse cerca del área de Lanús. Por el Grana, todo era confuso, los movimientos ofensivos del Pincha generaban desconcierto general y nadie podía parar los constantes avances del local que vistió de dorado, quizás haciendo referencia a la etapa que está atravezando tanto en lo institucional como en lo deportivo. Una buena jugada a los 22, con un toque perfecto de Boselli en la zona izquierda del área para que el Chelo Carrusca sobrepase la marca y vuelva a marcar, de zurda al primer palo de Agustín Marchesín, con la camiseta Pincharrata después de varios años. Toda esa parte inicial fue así, a puro toque dorado y rojo, si hacemos referencia a la nueva indumentaria. El segundo tiempo fue otra historia, Zubeldía apeló al banquillo de suplentes y de los pies de Biglieri y Blanco, el equipo visitante creció y supo que el partido estaba 0-1 y que había que ir a buscarlo. El Pincha bajó varios cambios, frenó el ritmo y entró en zona de peligro. A los 36, un centro que provino de la derecha para que Quintana, casi sin marca encima, la baje de pecho luego de un cabezaso imperfecto entre dos jugadores y defina a matar con la zurda ante el tercer arquero del conjunto platense, Taborda. Era el gol de la paridad y el Grana no se conformaba con eso. Lo fue a buscar, lo intentó pero el tiempo no le fue suficiente. Lo tuvo en la última Estudiantes después de que la pelota llegara a los pies de Boselli que improvisó un taco de espaldas al arco pero Marchesín contuvo sin dar rebote alguno. El empate le encaja bien al duelo, porque fueron polos opuestos en cada uno de los períodos y demostraron porque son dos grandes equipos de la actualidad. Lanús va saliendo del pos-operatorio por la eliminación rotunda de la Copa Sudamericana que le duró demasiado la anestesia. El Pincha respira aires de cima de la tabla, compartida, pero ya piensa en no querer hacerlo más.
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