2 de octubre de 2009

¿El Diablo baja la Cagna?

Tigre lo ganaba 1 a 0 con gol de Luna en el primer tiempo. Enseguida, el empate de Acevedo de tiro libre. Más tarde llegaría el cabezaso del capitán Matheu para darle una nueva sonrisa al Rojo que ganó en cancha del Grana a Tigre por 2 a 1. El Matador ya perdió 6 juegos al hilo y se duda de la continuidad de diego Cagnma al frente del equipo. Justo Independiente, la ley del ex, una vez más.

La banca con el cuerpo Acevedo ante la llegada de Luna.

Tigre venía a buscar al sur del Gran Buenos Aires algo que hace rato perdió en el camino transitado de este apertura, fútbol y triunfos. Del lado de enfrente tenían a Independiente, que venía dulcísimo por la victoria conseguida en el clásico de Avellaneda y con la obligación de seguir demostrando un equipo en alza. La ovación de la tribuna local llegó para el DT visitante, ex jugador del club en una época dorada del mismo. Pero hoy parecía que Tigre cambiaba el rumbo de su malaria futbolística, porque se puso en ventaja con un golazo a lo Chelo Delgado con tres dedos al segundo palo de Gabbarini. No iba a terminar de asimilar la ventaja el equipo del norte de la provincia, porque de inmediato, un tiro libre de Mareque que toca suave a un costado para que Acevedo mande el bombazo al primer poste y clave el empate del encuentro a los 18 del primer tiempo, apenas 3 después del tanto del Chino. Un partido parejo que los llevaba al entretiempo con una amargura interna porque los dos querían y tenían que ganar. Uno porque era el local, porque se reconcilió con su gente y no podía dejar de mostrar las cosas que viene haciendo bien. El otro por una necesidad absoluta de resultados, porque desde la primera fecha que no gana frente a Chaca, pero tampoco empató, perdió todo lo que jugó. Por vergüenza Tigre tenía que salir a buscar el duelo. Con esa mentalidad de ambos, el que golpeó primero fue el que mejor está parado en la realidad de la tabla, el Rojo del Tolo, que a los 8 con un gol de su capitán, Carlos Matheu, lo puso en ventaja y aguantó hasta las últimas consecuencias el resultado que había obtenido. No pudo el Matador de Victoria, ni siquiera pudo con uno más tras la expulsión de Lucas Pusineri, que aportó de los 32 que fue cuando hizo su ingresó hasta los 41 del complemento, una tarjeta roja. Así y todo el equipo de Gallego cosechó de la siembra del torneo una nueva felicidad, que lo lleva a estar sin querer queriendo, peleando arriba bien cerquita de los punteros. Por Tigre, la preocupación, las individualidades que no aparecen, el equipo que nunca termina de estar por las diversas lesiones, poca demostración del fútbol que lo llevó a los principales escalones de los pasados Apertura, y encima un DT que no sabe si va a continuar adelante de este Tigre que cada vez está más manso.

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