Cabecita de Oro

Palermo desató la locura total. Román a pura sonrisa, aparecieron los dos en plenitud.

Boca 3 - Vélez 2

¡Paleeeeeeeeeeeeerrrmooooo, Paleeeeeeeeeeeeeeeeerrrmoooo! Bajaba desde todo el Teatro Colón para el héroe teatral de esta historia. San Martín apareció, puso su cabeza y desde más de 30 metros, sacó un misil desde su parietal derecho para llevar a la bocha al destino de gol y cerrar el telón de la obra maestra de Boca. El temido Vélez por cada hincha Xeneize volvía a pisar el césped de la Bombonera luego de que el Fortín lo eliminara por la Sudamericana. Los del Coco sabían que el DT se jugaba el puesto, el pescuezo en estos 90 minutos. Allí salieron los referentes a poner el pecho (y la cabeza) para se saca hombres de encima en cuanto a su bancar a don Alfio y que Boca le pueda ganar a Vélez por primera vez en el semestre. Primero abrió la cuenta Caruso para los de Ricardo Gareca, con un cabezaso que anticipó al Pato. Más tarde, llegaría la devolución de gentilezas por parte de Battaglia con una especie de palomita en el punto penal que decretaría el 1 a 1. Ya en el complemento, una vez más Caruso ponía con un zurdazo cruzado el 2 a 1 para ampliar el marcador a favor de los de Liniers. Pero a los 20 llegaría una de las dos joyas de la tarde. Románvisión del arco y clava un derechazo exquisito al ángulo, y cuando digo al ángulo es al ángulo, nada de cerquita, rozando el vértice superior izquierdo de Montoya y ponía el juego 2 a 2. Y 8 minutos más tarde llegaría algo tan insólito como brillante, espectacular y todos los adjetivos que se les puedan llegar a pasar por sus mentes. Pelota en profundidad por izquierda para que salga el 1 del Fortín a rechazar, con tanta mala suerte que lo hace hacia al medio donde venía corriendo Palermo, que directamente le da de lleno con su cabeza si que la pelota picara, la redonda tomó una enorme fuerza y desde poco más de 30 metros, martín estampó el 3 a 2 definitivo. El Titán, el Optimista del gol, vuelve a hacer un récord, porque es el gol de cabeza de más distancia y entró en el Guinness. Coco respira, el público se rompe las manos para un triunfo que alivia los corazones xeneizes gracias a la cabecita dorada, al mejor cabeceador del Mundo, y no lo digo yo solo.