4 de diciembre de 2011

NADAL ES PARA SIEMPRE

España consiguió su pentacampeonato en Copa Davis tras ganar el cuarto poroto de la serie en 4 sets. El victimario: Rafael Nadal. La víctima: Juan Martín Del Potro. En un partido épico, ambos dejaron el alma, pero la Ensaladera va para la paella española. Pronto habrá revancha, una vez más.

SERIE: ESPAÑA 3 ARGENTINA 1 (España campeón)
CUARTO PUNTO: Rafael Nadal (ESP) a Juan Martín Del Potro (ARG) 1-6, 6-4, 6-1 y 7-6(0).

No es la foto esperada, pero quién puede decir que no son grandes campeones.

Que si David jugaba el viernes, ¿Cómo llegaría al domingo? Que si Delpo vencía a David Ferrer el viernes... Todas las especulaciones posibles son viables y respetables, pero ya está. La serie se jugó, terminó y no hay nada para reprocharse. España es nuevamente campeón de la Davis. Si Nadal le ganó a Monaco, fue porque lo paseó tenísticamente. Si Ferrer le ganó a Del Potro fue porque esa noche española de viernes fue la mejor de su basta carrera. Si el dobles argentino pulverizó a los españoles, fue simplemente porque estuvieron Nalbandián y Schwank para decretarlo con autoridad. Si la Torre de Tandil no pudo con Rafa, sencillamente porque enfrentó al enorme, interminable y talentoso Rafa.

En cualquier otro escenario, bajo cualquier otra circunstancia, superficie, rival y final, el partido de Juan Martín de hoy es para la consagración. Y sin dudas que hoy lo consagra, pero no con el trofeo en la mano. Una grandiosa muestra de actitud, de resucitación, de volver a respirar en un partido no apto para fumadores empedernidos, Delpo encontró luces en su tenis, e iluminado un camino que se había hecho tan cuesta arriba como el Everest desde la mismísima base.

Después de un arranque digno de refregarse los ojos, porque Juan Martín capitalizó todas las dudas del manacorí, administrando con una potencia descomunal cada punto, jugando profundo, abierto y certero, se lo llevó 6-1 y lo castigó a gusto y piacere a Rafael, nadie creería lo que vendría después. Porque de no ganar ni un sólo game con su saque (el único lo había obtenido quebrándole a la Torre en el primer game del match), pasó a la transformación de Rafa. Porque Delpo estuvo 1-0, 40-0 con su servicio en el segundo parcial, lo que hubiese marcado un segundo set indefectiblemente para él, por mantener el ritmo de juego, intenso, durísimo, con golpes con una precisión que daban miedo, a un escenario desolador. Nadal recuperó la ruptura, conservó su juego de saque, y le cambió la perspectiva a Del Potro. En un set que fueron palo a palo, con una merma de Juan y un crecimiento notorio del español, llegaron al 10º game con el servicio del argentino que no pudo ser administrado por él de buena forma. Nadal consolidó toda la mejoría vista en los juegos anteriores y con un 6-4 que lo trajo a Sevilla a jugar el cuarto punto.

Una vez enterado del inicio del match para Rafa en ese segundop set, no aflojó. Y a Del Potro el solo hecho de pensar que ya el partido se trasladaba indefectiblemente a jugar como mínimo 4 parciales era toda una preocupación. Nadal sacó el mejor repertorio guardado, destrozando al 11º del ranking tanto como él lo había hecho para con su persona en el primer set, y devolvió las gentilezas: 6-1 para España, y la desilución absoluta para todo el equipo argentino por el contraste oscuro que había tomado el partido en sí.

Con un 2-0 y servicio en el 4º parcial, las esperanzas estaban casi desechadas por todos, los argentinos en Sevilla y nosotros desde Baires cruzando los dedos. Pero, Juan nos tendría guardado una enorme entrega física y espiritual, generada por la mismísima hinchada que lo hizo erizarse y llegar a las lágrimas en medio de su game de servicio. Delpo concretó el 1-2 y nació el partido para él con un quiebre resucitador para igualar el score. No está muerto quién pelea, y mucho menos el que batalla. El banco argentino se animó a cantar, a saltar y a alentar tanto como en el primer set. Sin embargo, otra vez el saque fallaría con errores propios de Juan en las ejecuciones y otra vez abajo: 2-3. A partir de ahí, Delpo hilvanó 3 games al hilo, dos con el saque del español y uno con el propio para reestructurar una historia que parecía ya tener el final feliz rojo y amarillo.

Dispuso de se servicio JM para cerrar el 4º parcial y trasladar el encuentro a un final de película en La Cartuja. Pero nuevamente no pudo Delpo, en discontinuidad con la intensidad de su derecha y Rafa renacía en el set. 5-6 quedó increíblemente el argentino después de haber sacado él dos games de diferencia. Nadal sacaba para Copa Davis, nada más y nada menos. Pero a él también le pesó. Y Delpo quebró impresionantemente y forzó el tiebreak. Y allí, entre yerros de la propia Torre de Tandil y aciertos de Rafa, la historia se cerró con un 7-6(0), con una derecha (zurda) notable de Nadal a la paralela.

Ahí se acabó la ilusión. Delpo estuvo cerca en varios tramos del encuentro de haberlo hecho mas acotado al encuentro o alargarlo en un quinto y definitivo. Pero no se le dio así, el destino y el tenis de Nadal no lo quiso. Un hombre que ha hecho vibrar hasta el cansancio a 28000 españoles con su tenis y con su "espectáculo" en cada celebración.
Lo de la gente argentina en el estadio fue conmovedor. Una mención especial al público español que ovacionó a Juan Martín Del Potro post partido. La Torre hizo creer a 40 millones que era posible, que estaba al alcance de la mano. Dio una grata muestra de caracter, de hombría, de amor propio, de lucha, de hambre, de honor y de actitud que jamás se olvidará. Porque es un pibe de 23 años que se ha hecho grande con cada paso en su carrera. Porque es una bestia del circuito mundial y es argentino. Bendición del Tenis sos Juan Martín, y no me quedan dudas que estarás en lo más alto de esa cúspide mundial de la raqueta. Aplauso para ese dobles nacional que nos abrió la esperanza a un domingo con ilusiones, aplauso para un Tito Vázquez que siente el tenis como pocos, que juntó a los mejores que tenemos para soñar con algo que tarde o temprano se nos va a dar.

Se acabó el sueño en España, pero si hay algo que no se acaba es el orgullo por este equipo. Enfrente estuvieron los extraterrestres del Circuito actual. Y más allá de eso, nosotros tuvimos con qué. Gracias Legión, millones de gracias. El año que viene empezará otro camino en tierras alemanas, y esperemos que esa sí sea, la Davis tan esperada... La que todos queremos tener.

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