Ambos equipos representaron lo mal que les fue en el semestre. Ni Huracán, pudo quebrar el resultado, ni Boca, versión más tibia, pudo lograr llevarse los tres puntos del Palacio Ducó. Empataron en cero en el arranque de la fecha e hicieron bostezar a más de uno. Palermo batió un nuevo record personal, pero negativo: 741 minutos sin meterla el Titán.El Negro Ibarra intenta ante el Gato Esmerado. Ni Huracán ni Boca, ganó el empate.
Se repartieron un poroto para cada uno. Porque ni Boca fue inteligente en el segundo tiempo para ganarlo, ni Huracán con un aceptable primer período, supo de qué manera salir airoso de un partido que estaba para cualquiera de los dos, porque ambos están débiles, pero ninguno tuvo la potencia futbolística necesaria para quebrar los arcos. Una primera parte mas favorable al Globo del Chulo Rivoira que tiene poco por mejorar en este torneo, porque ya tiene la cabeza puesta en la pretemporada y en el proyecto 2010 del DT para con el equipo. Algo similar sucede en Boca, que intentó con más ganas que ideas en el complemento y fue un monólogo de centros a Martín Palermo, que hicieron crecer la figura de Gastón Monzón por evitar que el Loco pudiera recuperar el romance con el gol. Ese amor que no aparece hace 741 minutos y que provocó una nueva marca personal en la carrera del Titán. Superando aquél divorcio con el gol en 2004, que llegó a los 682. Es por eso que aburrieron estos dos clubes que mirando hace seis meses atrás, eran grandes animadores del certámen (Boca un poco más relegado pero jugando de otra forma. Huracán era claro protagonista). Sorprende este presente negro de ambos que no pelean por cosas importantes y encima se llevan mal con el grito de gol...
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