Estudiantes comenzó su excursión por Abu Dhabi con lo justo, venciendo con tres hombres de más al Pohang Steelers de Corea del Sur (campeón de Asia y venía de ganar 2 a 1 en cuartos de final al campeón africano) por 2 a 1, con dos goles del Chino Benítez para ya estar instalados en la gran final del Mundial de Clubes, que se está desarrollando en los Emiratos Árabes. Mañana será el turno del Barcelona, sin Messi por molestia en el tobillo, ante el Atlante de México.
El Chino marca que el primero fue de él aunque Boselli quiso peinarla. El Pincha ya está en la gran final.
Antes de hacer cualquier análisis, nuestra felicitación al hincha de Estudiantes, al hincha de verdad. A esos 4500 simpatizantes que se hicieron presentes dándole una localía casi absoluta al conjunto de Alejandro Sabella (había 10000 personas en todo el estadio, con capacidad para 40000), habla muy bien de ellos. A ellos seguramente ningún gobierno les pagó para que viajaran ni son resistidos por la sociedad ni mucho menos. La familia, los nenes, las madres, los tíos y hasta los abuelos fueron a copar la parada a Abu Dhabi. Genial y admirable.
El sabado la parada será aún mas brava que la de hoy, eso está claro, pero lo que han pegado los coreanos hoy lo ha sentido el Pincha. Y no sólo corporalmente, sino que les cortó el volúmen de juego de los primeros 20 minutos, donde Estudiantes improvisaba y muy bien con un Enzo Pérez tirado a puntero derecho (agotó los recursos de reemplazos Sabella y dejó a Núñez de 8 y a Enzo de 7), para acompañar a un Boselli que se les movió a los lungos centrales del Pohang constantemente para despistar. Tuvo varias el 9 del Pincha, una chilena imperfecta tirándose lo más rápido posible, para que toque el poste derecho del arco del rival. Otra fue una gran palomita desviada pero bien realizada. Estaba cerca Estudiantes, se presentía. Con el correr de las agujas del reloj, el conjunto dirigido técnicamente por el brasilero Sergio Farías, se dedicó a emparejar las cosas en el mediocampo, y a inquietar a Albil con tiros desde afuera, sin olvidar pegarles a Verón, Braña, Núñez y Benítez. Ya a los 4 minutos, el 5 del conjunto asiático había cometido tres faltas y se ligó la amarilla por parte de Rossetti (en algunos fallos muy severo el italiano que ya repasaremos). Denilson, un brasilero de 33 años que juega para los coreanos, estuvo casi ausente durante esa primera parte, y había sido el héroe del pase a semis, dando vuelta el encuentro con 2 tantos ante el conjunto que fue campeón africano. Por eso, se fue apagando el fuego futbolístico del equipo platense. Hasta que en el segundo minuto de descuento, tiro libre a 35 metros del arco del Pohang. Le pega el Chino Benitez, Boselli intenta peinarla y hasta parece que lo hace, pero la bocha pica y se le mete al lado del poste al 1. Gol del Pincha para irse tranquilo al descanso con una ventaja que le costó lograr.
Para el complemento las cosas iban a cambiar rotundamente. No sólo en el juego sino en número de jugadores en cancha, pero antes iba a llegar otra alegría. A los 8, gran pase a Enzo Pérez que la levanta por encima del arquero justo antes de que este ponga su mano, la bocha deriva en el segundo vertical para que el Chino Benítez, una vez más, convierta empujándola ante el esfuerzo de uno de los asiáticos. Era el 2 a 0 para los de don Alejandro y el pasaporte casi asegurado a la final. Si algo le faltaba a los del Pohang, eran las rojas. Y empezaron a caer. El tano Rossetti le mostró la primera a los 11 minutos a Hwang, tras una falta que le generó la segunda amarilla. A los 25, iba a llegar la sorpresa, un gol claramente en off side a la salida de un tiro de esquina para el Pohang Steelers. La pelota es cabeceada por uno de sus hombres desde la puerta del área hacia la altura del punto penal y allí la esperaban 4 jugadores en posición adelantada clara. Uno de ellos, Denilson, el goleador hasta aquí de la Copa con 3 tantos, fusiló a Albil con un zurdazo al segundo palo. Era el descuento con uno menos, pero Rossetti impartió orden y repartió varias tarjetas. Al minuto de lograr el descuento, se va de la cancha Kim por una dura falta. Ya se quedaban con 9. Ya habían realizado los tres cambios y el colmo llegó. Expulsión al arquero por una carga a Maxi Núñez bastante lejos del área (no fue último recurso) que no era para una expulsión directa. Así lo interpretó el silbato y fue roja para Shin. ¿Quién iba al arco si se agotaron los cambios? El que salvó la ropa. Denilson se calzó los guantes y fue a defender su valla. Poco tuvo que hacer el número 10 disfrazado de portero en los últimos 15 minutos, ya que Estudiantes practicamente no lo llamó. Salvó dos llegadas, en una, Clemente la estrelló en el palo derecho y el carioca la encontró en el rebote, y en la otra, salió bien a cortar a Núñez en un desborde.
Estudiantes no se quiso cansar más. Hizo que la pelota circule por los pies de Verón, Cellay (quien reemplazó a Desábato en el segundo tiempo, que llegó con lo justo al partido, al igual que el ex Huracán), Clemente Rodríguez y Ré. Quedaba allí la bocha por los seis minutos de adición que dio el juez del encuentro. La última fue un remate cruzado y desviado de Núñez, que mejoró en el complemento. Para destacar la enorme tarea del 3 disfrazado de 4, Sabella lo ve mejor por ese sector y le sirve para tapar el enorme hueco que dejó Angeleri con su lesión, Clemente Juan Rodríguez que hizo de todo por ser figura de la cancha. Pero de más está decir la buena labor de Leandro Benítez quer dijo: "Estamos en la final, entre los dos mejores del Mundo, que no es poco y es lo que queríamos".
El sabado la parada será aún mas brava que la de hoy, eso está claro, pero lo que han pegado los coreanos hoy lo ha sentido el Pincha. Y no sólo corporalmente, sino que les cortó el volúmen de juego de los primeros 20 minutos, donde Estudiantes improvisaba y muy bien con un Enzo Pérez tirado a puntero derecho (agotó los recursos de reemplazos Sabella y dejó a Núñez de 8 y a Enzo de 7), para acompañar a un Boselli que se les movió a los lungos centrales del Pohang constantemente para despistar. Tuvo varias el 9 del Pincha, una chilena imperfecta tirándose lo más rápido posible, para que toque el poste derecho del arco del rival. Otra fue una gran palomita desviada pero bien realizada. Estaba cerca Estudiantes, se presentía. Con el correr de las agujas del reloj, el conjunto dirigido técnicamente por el brasilero Sergio Farías, se dedicó a emparejar las cosas en el mediocampo, y a inquietar a Albil con tiros desde afuera, sin olvidar pegarles a Verón, Braña, Núñez y Benítez. Ya a los 4 minutos, el 5 del conjunto asiático había cometido tres faltas y se ligó la amarilla por parte de Rossetti (en algunos fallos muy severo el italiano que ya repasaremos). Denilson, un brasilero de 33 años que juega para los coreanos, estuvo casi ausente durante esa primera parte, y había sido el héroe del pase a semis, dando vuelta el encuentro con 2 tantos ante el conjunto que fue campeón africano. Por eso, se fue apagando el fuego futbolístico del equipo platense. Hasta que en el segundo minuto de descuento, tiro libre a 35 metros del arco del Pohang. Le pega el Chino Benitez, Boselli intenta peinarla y hasta parece que lo hace, pero la bocha pica y se le mete al lado del poste al 1. Gol del Pincha para irse tranquilo al descanso con una ventaja que le costó lograr.
Para el complemento las cosas iban a cambiar rotundamente. No sólo en el juego sino en número de jugadores en cancha, pero antes iba a llegar otra alegría. A los 8, gran pase a Enzo Pérez que la levanta por encima del arquero justo antes de que este ponga su mano, la bocha deriva en el segundo vertical para que el Chino Benítez, una vez más, convierta empujándola ante el esfuerzo de uno de los asiáticos. Era el 2 a 0 para los de don Alejandro y el pasaporte casi asegurado a la final. Si algo le faltaba a los del Pohang, eran las rojas. Y empezaron a caer. El tano Rossetti le mostró la primera a los 11 minutos a Hwang, tras una falta que le generó la segunda amarilla. A los 25, iba a llegar la sorpresa, un gol claramente en off side a la salida de un tiro de esquina para el Pohang Steelers. La pelota es cabeceada por uno de sus hombres desde la puerta del área hacia la altura del punto penal y allí la esperaban 4 jugadores en posición adelantada clara. Uno de ellos, Denilson, el goleador hasta aquí de la Copa con 3 tantos, fusiló a Albil con un zurdazo al segundo palo. Era el descuento con uno menos, pero Rossetti impartió orden y repartió varias tarjetas. Al minuto de lograr el descuento, se va de la cancha Kim por una dura falta. Ya se quedaban con 9. Ya habían realizado los tres cambios y el colmo llegó. Expulsión al arquero por una carga a Maxi Núñez bastante lejos del área (no fue último recurso) que no era para una expulsión directa. Así lo interpretó el silbato y fue roja para Shin. ¿Quién iba al arco si se agotaron los cambios? El que salvó la ropa. Denilson se calzó los guantes y fue a defender su valla. Poco tuvo que hacer el número 10 disfrazado de portero en los últimos 15 minutos, ya que Estudiantes practicamente no lo llamó. Salvó dos llegadas, en una, Clemente la estrelló en el palo derecho y el carioca la encontró en el rebote, y en la otra, salió bien a cortar a Núñez en un desborde.
Estudiantes no se quiso cansar más. Hizo que la pelota circule por los pies de Verón, Cellay (quien reemplazó a Desábato en el segundo tiempo, que llegó con lo justo al partido, al igual que el ex Huracán), Clemente Rodríguez y Ré. Quedaba allí la bocha por los seis minutos de adición que dio el juez del encuentro. La última fue un remate cruzado y desviado de Núñez, que mejoró en el complemento. Para destacar la enorme tarea del 3 disfrazado de 4, Sabella lo ve mejor por ese sector y le sirve para tapar el enorme hueco que dejó Angeleri con su lesión, Clemente Juan Rodríguez que hizo de todo por ser figura de la cancha. Pero de más está decir la buena labor de Leandro Benítez quer dijo: "Estamos en la final, entre los dos mejores del Mundo, que no es poco y es lo que queríamos".
Estudiantes lo ganó con los algodones bajo el brazo, remendando un equipo que no pudo contar ni con Carrusca (lesionado), ni con Sosa (desafectado por orden de la FIFA) pero sigue acompañando al plantel, y con los mencionados Desábato y Cellay con algunas molestias. Un equipo que no funcionó a la perfección pero que aceptó la oferta de 2 x 1 y sin dudas fue negocio para el equipo platense. Ahora espera por su rival que se definirá mañana entre el Barsa, que va sin Messi de arranque y el Atlante mexicano de Solari y compañía. El Pincha descansa, porque el sábado se juega la gran final para saber quien conquistará el Mundo en 2009. ¡Pinchenlos! que no están soñando...
No hay comentarios:
Publicar un comentario