Estudiantes 3 - Gimnasia 0
¡Estudiaaaaaantes, Estudiaaaaantes! Es el grito más escuchado en toda La Plata y sus alrededores. Una vez más, el clásico de la ciudad fue para el equipo de Alejandro Sabella. Y esta vez no hubo última jugada y ningún empate polémico de Sánchez Prette. Sin público del Lobo, el conjunto de Madelón se vio no en la boca del Lobo sino en la del León, que se lo devoró y clavó tres goles para la gran victoria por 3 a 0. El que se encargó de romper la sequía fue Salgueiro, promediando la primera parte. Más adelante llegaría un gol de Mauro Boselli de arremetida por el segundo palo, llevándosela casi por delante pero estampandola en la red del Gato Sessa (Una vez hizo un tanto muy similar en cancha de Boca, pero jugando para el Xeneize, viniendo desde atrás y llevándosela puesta con ambas piernas). Y la joyita de la tarde platense la ejecutó Enzo Pérez, dejando en el camino a un Gato domesticado por el juego Pincharrata y empujándola suavemente hacia el grito de gol rojiblanco. Alegría inconmensurable en las tribunas, que se burlan una vez más de la desgracia rival y deliran ante el fútbol que deja su equipo en el verde césped. La Bruja, más una Caldera, más un Chavo y otros tantos más lograron darle una nueva sonrisa al hincha del Estudiantes, glorioso y orgulloso de la pasión que siente por un club que cada día pisa más fuerte. El contraste lo vemos en Gimnasia, un barco sin un rumbo marcado, sin un plan de emergencia ya que le urge sumar y sumar punto tras punto. Madelón deberá arremangarse para que el Lobo vuelva a meter miedo como en sus años lindos.
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