23 de agosto de 2009
Ahí viene el campeón
Vélez hizo el estreno de una nueva estrella, en su camiseta, en la provincia de Santa Fe. El rival de turno era Colón.
El partido, en la primera mitad, se le presentaba muy complicado a los de Liniers. Porque los locales ganaban en algunos sectores de la cancha, aunque no lograban inquietar a Montoya. Sin muchas oportunidades en ninguna de las dos áreas los 45 iniciales se iban sin pena ni gloria.
En el día que los cambios funcionaron a la perfección, Gareca no quiso ser menos y mandó al campo al Roly Zárate y a Cristaldo. Ellos fueron claros responsables en el marcador. El histórico jugador de Vélez hizo de las suyas complicando a la defensa con su experiencia para moverse en el frente de ataque. Pero su participación principal llegó a falta de siete minutos. Pozo no pudo retener un remate, desde afuera, suyo y dejo un rebote que fue cabeceado por Papa para que luego Cristaldo la empuje sin ninguna resistencia a la red.
Por eso el Fortín fue campeón porque tiene recambio y paciencia para nunca darse por vencido hasta el final del juego. Además se volvió a mostrar muy sólido en defensa y ahora enfrentara en la próxima fecha a Arsenal, que es otro equipo fuerte en ese rubro que no tuvo la misma suerte en la apertura del campeonato. Mientras que Colón viajará a Avellaneda para enfrentarse con Racing.
Nuevo torneo, mismos problemas
Repitiendo inconvenientes defensivos empezó el Apertura 2009, River Plate. A pesar de la vuelta de la dupla Gallardo-Ortega, los Millonarios se quedaron con las manos vacías y las mismas dudas futbolísticas de siempre.
El protagonista de la derrota fue Banfield con la colaboración de la defensa visitante, que fue el mejor actor de reparto que podía haber tenido el conjunto del sur. Al minuto de juego se empezaban a mostrar los graves errores. Tras un pelotazo sin sentido, Cabral, deja la pelota corta en un intento de despeje de cabeza y Santiago Silva con un buen tiro desde afuera factura y pone el 1 a 0.
Los de Gorosito tuvieron su oportunidad en la cabeza de Andres Ríos, tras un buen centro de Augusto Fernández pero el circuito de juego no era ejecutado de buena manera. Mientras tanto seguían los cortocircuitos en el fondo.
Otro rechazó de Méndez, luego de la salida de un corner de Banfield, volvía a caer en los pies de un delantero del Taladro. Esta vez a Sebastián Fernández que enfrentaba a Vega y convertía el segundo gol para dejar en claro quien estaba haciendo mejor las cosas.
El partido no tuvo ninguna emoción más durante los minutos que quedaban. Banfield le puso fin a la historia con el dos a cero. Mientras que en River el debutante Miguel Paniagua no logró hacer demasiado para cambiarle la cara a este equipo que no ve el faro en alta mar y por ende sigue sin poder salir del naufragio.
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