Palermo alcanzó a Cherro. Boca remontó el partido y del 0-1 pasó al 3-1. Riquelme con ráfagas de clase de fútbol. Se prendió Frasquito Moralez. Doblete de Silva. Lo pasó a ganar el Fortín 4-3. Sobre la hora lo empató Medel entrando por atrás. Todos esto pasó en un sólo partido que terminó en empate 4 a 4 entre los de Alves y los de Gareca. Partidazo para guardar en la retina y recordar en la memoria.
Mira el cielo Martín y lo grita con su hijo Stéfano que está presente en cada celebración.
Si era una película de terror, todos se infartaban. Si era una comedia, todos se iban a reir de los errores defensivos. Si era un film de drama y heroísmo, los tuvo en un Javi García notable, a pesar de las 4 pepas, y en un santiago Silva guerrero como pocos, en un Palermo cada vezmás record y en un pequeño envase de gran fútbol como es Moralez. Si por casualidad lo orientaban como un rodaje de acción: la tuvo, por demás. Y si querían llorar, lloraban porque Palermo hace emocionar a su gente. Cualquier director de cualquier género se hacía un festín anoche en el Amalfitani en un partido que dio para todo. Un duelo que tiene lindísimas historias en el pasado y que en el presente ha vuelto a ser un gran clásico.
Anoche Vélez se cansó de generar peligro y Boca cuando lo hizo, lastimó, siendo efectivo, pero mezquino a la vez. Repasemos sin marearnos esta hermosa jornada que duró 90 minutos pero que si lo extendían, terminaba con muchas mas emociones. 13 vueltas marcaba el reloj de Pittana, el árbitro del encuentro, cuando caayó el centro de Nico Cabrera y Víctor Zapata, un ex Millonario, la peinó bien arriba, de espaldas al arco, para darle al conjunto de Liniers el 1 a 0. Todo el trabajo era del conjunto local, llevando los hilos ante un Boca que rondaba entre el desconcierto y la vorágine que los llevaba a correr a cada uno de los hombres de Vélez totalmente metidos en el encuentro. Los primeros 30, fueron claramente de Gareca y sus muchachos, buscando vulnerar a la defensa que a veces se vulnera sola, pero que anoche arrancaba bien parada. En el minuto 25, llegaría una doble pared. Foul que saca Román desde tres cuartos de cancha, para Gaitán, nuevamente al 10, pica el 28 por detrás y un penal de Lima a Gaitán, cuando le llegaba el pase de Riquelme, que el juez vio y no dudo. Palermo de cara al record, para poder alcanzar a Cherro, para quedar en la historia de Boca. Del otro lado Montoya, que no parpadeó, que esperó, que se arrojó y contuvo el remate casi al medio del arco del 9 Xeneize. Se perdía la chance el Titán de igualar a Roberto y de empardar el partido. Luego de esa media hora del local donde generó algunas situaciones importantes, sobre todo por los inquietos Silva y Moralez, Boca empezó a dominar el trámite del partido a través de los pies de su número 10, su eje, su conductor natural que lo llevaba hacia el camino de la igualdad. apertura a Monzón a los 37, que intenta meter el centro, la pelota queda boyando en el área e intenta rechazar Domínguez, pero la termina adelantando hacia un costado por donde Luiciano fabián llegó y de primera clavó el 1 a 1 al primer palo de Montoya. Un bobazo incontenible que lo ponía a Boca en igualdad en el resultado. Llegaría la ráfaga de Riquelme, abriendo por la derecha, recibiendola de Medel, intercambiando pases con Monzón, hasta que encontró el camino: pase con Chávez, despegándose de la pelota y fue a buscar la devolución, Pochi enganchó y dejó la via abierta para el pase a Román, que enseguida vio a Martín por el medio, no dudó, se la cedió, y Palermo resolvió en una baldoza, lacambió de derecha a la izquierda y con la zurda definió ante el achuique del 1 del Fortín. HISTÓRICO MARTÍN IGUALANDO EN 218 GOLES A CHERRO, compartiendo el rótulo de máximo goleador de la historia azul y oro. Esa iluinación de román le permite este tipo de cosas a Boca, le permite jugar, le permite ser preciso y convertir. Así se iba un primer tiempo que tuvo de todo, pero esto no termina acá, iba a tener muchísimo más.
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