No hay error ortográfico. Con 21 aces, el croata Ljubicic se quedó con el trofeo del Masters 1000 de Indian Wells. En sets corridos y en dos tie breaks, le ganó la final de sacadores a Andy Roddick que era absolutamente local. Ivan queda como nuevo número 13 del ranking, mientras que el estadounidense continúa en el octavo lugar del escalafón mundial.
Lo levanta con inmensa alegría. En la semana de sus 31años, el mejor regalo.
Una final inesperada para todos. Los tres mejores del torneo out en instancias anteriores, y dos hombres que se sacrificaron y mucho para conseguir esta definición. Ljubicic dejó en su camino de semis a Nadal, ganándole con suma justicia en tres parciales. Mientras que Roddick batalló también tres mangas ante Soderling y aprovechó bien los bajones del sueco para llegar a la gran batalla por el título. Por eso llegaron hasta el día domingo. El crédito local tenía todo a su favor, la superficie es su predilecta, ante su gente y con la obligación de ganar ese torneo que le falta en California. Pero del otro lado, todo era un panorama distendido para el 20º preclasificado, porque el peso recaía en Andy, y el croata se dedicaría a jugar casi sin presión alguna, transmitiendole tranquilidad a los suyos para evitar especulaciones de su rival.
En un duelo de sacadores, dificilmente logren quebrarse, y eso fue lo que pasó. La paridad de ambos con la efectividad de los puntos ganados con el primer servicio marcaba a fuego como se dió el encuentro. Tras tener un set point a favor el local, que no supo aprovechar en el 5-4 a su favor con el saque de Ivan, debieron ir al tie break, porque las cosas no se iban a modificar. Allí, el croata tomó la primera ventaja en el primer punto, consiguiendo un mini quiebre que le permitió alejarse ya de arranque. Manteniendo un sólido saque ganador o ace, las complicaciones se le simplificaban al mínimo de riesgo. Luego, llegarían algunos yerros de Roddick que le permitirían cerrar el desempate en un 7-3 contundente, con una ventaja que no se dio en todo el parcial.
Se va a poner celosa tu mujer Ivan... Besa el trofeo y se vuelve a enamorar del tenis.
Para el segundo set, el oriundo de Nebraska se vio en la obligación de llevar adelante el resto del partido sin margen para la equivocación. Pagó caro, además del set point, otras tres chances de ruptura que se le derritieron en el intento en la primera de las mangas. También pudo lograrlo Ivan, pero como decimos, esta final de sacadores realmente era tal, y ellos se basaron en ello para mantener con vida cada game. Por eso, Andy se vio casi impulsado a buscar más de este partido, llegando a realizar puntos fabulosos, dignos de su talla. Con la tranquilidad que lo describe, Ljubicic no se dejó achicar por la arremetida del estadounidense, y siguió ponderando su solvencia y clase a la hora de jugar. No anduvo derecho con las voleas, eso es cierto, pero fue claro a la hora de establecer el juego, tomar la iniciativa, y sus intenciones siempre fueron positivas. Nunca se lo vio fastidioso ni molesto por las ocasiones perdidas. Cuestiones que eran netamente visibles en el local, con una molestia casi constante con las jugadas equívocas que realizaba en al afán de inclinar el marcador hacia su lado y arrastrar todo el suspenso a un tercer y último parcial. La paridad incesante los acomodó de nuevo en una muerte súbita. Esta vez, A Rod en todo el set no le brindó a Ljubicic chances de quiebre, cosa que si él volvió a tener y no las pudo concretar (2). Los antecedentes en tie breaks marcaban entre ambos que Roddick había ganado 9 frente al croata, y el visitante (así estaba en cancha) sólo cosechó 4 desempates, incluido el del primer set de este partido. Esa diferencia en los archivos quedó en la nada misma. Nuevamente, rompiendo con los papeles, Ivan se llevó una ventaja rápida y pronunciada de 5-1 a su favor en el cambio de lado, donde ya veía venir la consagración. Un yerro y un par de aciertos notables con el saque de Roddick, obligó al europeo a cerrar la historia con 6-5 a su favor y su servicio. Andy le dijo: "ganámelo", porque sus dos saques fueron precisos y vulneró al hombre que viste Li ning. Dejó todo en la pista del cemento californiano el hoy 8 del Mundo, pero se encontró con una primavera que lo hace resurgir al croata, que cerró la historia con un tremendo saque ganador.
Excelentes deportistas ambos. A Rod tendrá revancha el año próximo.
Cosa resuelta con el 7-5 en el segundo desempate, lo que le da un doble 7-6, lo que muestra la terrible igualdad de condiciones de juego, de potencia física y de gran entrega para el espectáculo, que terminó siendo una durísima pelea de solidas raquetas, de palos y palos, de puntos muy largos, de golpes para el aplauso y de puntos para la ovación. Roddick queda con la espina y la cuenta pendiente de llevarse el único Masters 1000 que le queda por levantar en su casa. Ljubicic le sonríe a todos los flashes y disfruta de un nuevo título que lo posiciona como el flamante 13 del Planeta, a los 31 años de edad, cumplidos hace pocas horas, le revive las ilusiones de seguir jugando a lo que sabe jugar y de que manera...
Historial: Andy Roddick 7 - 4 Ivan Ljubicic
Final mujeres:
Jelena Jankovic[8] a Caroline Wozniacki [2] 6-2 y 6-4
Final de dobles varones:
Nadal / M. López a [1] Nestor / Zimonjic 7-6(8) y 6-3
Final de dobles mujeres:
Peschke / Srebotnik a [3] Petrova / Stosur 6-4, 2-6 y 10-5
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