Desconcertación, poca actitud y algún otro adjetivo que suene en su mente puede describir lo que se vio hoy en Boca. Palermo los pudo salvar ante lo que era una derrota clara ante San Lorenzo en el primer encuentro del triangular, pero la expulsión de Bertochi y la arremetida de Boca hicieron que, el eterno goleador pudiera convertir sobre la hora y darle un empate impensado. Esta noche, el equipo de Alfio Basile, fue una tercera parte de lo que realizó en esa jornada ante los Cuervos. Ni siquiera arrancó prometiendo nada. Estudiantes se lo fue llevando por delante. Varias llegadas tuvo el Pincha, por todo en ancho del campo, sin problemas para penetrar a una defensa más blanda que sólida. Ibarra falto de timming para llegar a esos cierres que siempre lo han caracterizado. Ni hablar de la poca proyección y compromiso defensivo por parte de Krupoviesa. Esto sumado a lo poco versátil que se encuentra Paletta y lo poco que puede hacer Morel ante semejante catástrofe a su alrededor, que así y todo logró robarle el aplauso a la gente de Boca con un cierre muy firme en el inicio del complemento.
Con lo que parece ser la defensa con la que Boca arrancará el certamen, Estudiantes B se hizo un picnic (ausentes por lesión: Braña, Re, Angeleri. Por cláusula de contrato: Boselli). Leandro González y Sosa fueron la dupla de ataque del León de América y ambos se las ingeniaron muy bien. Por cierto, el ex Racing tuvo tres claras ocasiones para darle el
Así se iban al descanso, con una igualdad muy mentirosa, ya que el Pincha hizo todo para irse con la ventaja a los vestuarios. En el equipo del Coco, poca participación de Insúa en la creación y el atrevimiento de Mouche no hacía demasiado efecto, porque la pelota le llegaba poco, eso está claro. Boca no pateó al arco. Y por allí pasa la cuestión: un equipo falto de ideas, de actitud y de entrega. Todo eso le faltó a Boca. Todo eso, le sobró y lo tuvo el elenco platense. El José María Minella, con una presencia de 11000 espectadores, era testigo del primer gol del partido. Ya se había errado demasiado el Pincharrata, hasta que el mismo Leandro González inició la jugada por la izquierda, dejando en el camino a Medel e Ibarra, mandó el centro, y los tres hombres del fondo, como si jugaran al off side, se corrieron para la llegada de Núñez, que casi a quemarropa, la empujó ante García para el
Iba a tener dos claras más el once de Basile: un remate de Insúa y dos de Gaitán contenidos por el ex Cuervo. Otro cabezaso del Pocho llegando al final y nada más. La frutilla del postre para terminar de coronarse ganador del triangular la iba a poner Morales Neumann, con una definición cruzada, tras aprovechar el desparramo general de la defensa, que lo hizo quedar cara a cara con García. Todo fue del Pincha, con los hilos manejados por sosa y verón, como suele hacerlo siempre, ya casi una marca registrada decada encuentro en los que ambos se ponen la rojiblanca. Estudiantes de La Plata fue efectivo, sacrificado, sólido y dinámico en sus líneas. Boca fue un feo contraste, una nube negra de preocupaciones ante un equipo que no respondió ni siquiera de buena manera, que nunca supo a que estaba jugando y mucho menos contra quien, contra el campeón de América y subcampeón del Mundo.
De esta manera se definió el triangular marplatense, que lo consagró a Estudiantes, con una victoria y un empate. Mañana será la definición en Salta, entre Independiente y River (ya sin chances). El Rojo debe ganar, otro resultado lo da como campeón a Racing (1G y 1E).
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