Villar se equivocó en el cálculo para cortar el centro y De Rossi facturó con su humanidad en el segundo palo. Antes, Alcaraz había puesto con un gran cabezaso, tras centro frontal de Aureliano el 1 a 0 a favor de los guaraníes. Partido emocionante, intenso pero flojo en lo futbolístico. Buffon salió en el entretiempo y Santana terminó de 9 y en una pierna.
GrUpO F: Italia 1 (De Rossi 18´ST) Paraguay 1 (Alcaraz 39´PT)
Estadio: Green Point, Ciudad del Cabo
Juez: Archundia (MEX)
Montaña guaraní delante de las narices de Buffon por el 1 a 0.
Un partido que dio la entrega característica de un Paraguay aguerrido por donde se lo mire, con la conducción del Tata Martino, que hoy dispuso en Ciudad del Cabo de dos líneas de cuatro y los dos volátiles delanteros para que hagan su trabajo: Barrios y Haedo Valdés. Fue equilibrado el primer tiempo donde el conjunto de Marcelo Lippi tuvo más el balón en los pies, remató poco al arco y pocas veces generó temor en el área rival. Los guaraníes en tanto, no se encontraban entre sí para elaborar desde el suelo, combinaciones que los acerquen a Buffon. De hecho, sólo dos veces el elenco sudamericano buscó el arco. Por eso, el partido futbolísticamente hablando, dejaba muy poco, pero en lo que respecta a la entrega, era cuota suficiente. Dos selecciones que se acostumbran a jugar de esa manera y que en ese choque de fuerza y garra, ambos intercambiaban muestras de valor dentro de la cancha. Un foul desde 40 metros de la valla italiana le permitió a un gran ejecutor como Aureliano Torres, acariciar esa Jabulani con su zurda para que el centro terminara cayendo en el punto penal, donde Alcaraz ganó entre dos y con su parietal izquierdo la colocó muy cerquita del primer poste del 1 azzurro. Alegría netamente guaraní para empezar el mundial con el pié derecho. Italia fue agresivo en ese primer tiempo, atacó con mucha gente, supo abrir el fútbol por los costados pero careció de profundidad.
Yerro de Villar que le permite a De Rossi concretar el 1 a 1.
En la vuelta al campo de juego, Buffon no salió entre los titulares, se presume que es por una lesión y por él estuvo en la valla Marchetti. La segunda etapa iba a ser mejor desde lo dramático, con un juego con más ida y vuelta, sin llegadas al arco demasiado claras, pero sí con más firmeza de ambos. Aunque Italia tenía todos los números para generar la remontada, Paraguay no descartaba el contragolpe. En ese contexto, los de Lippi fueron con todo a la búsqueda de ese gol que les permitiese igualar las acciones que hasta ahí, le merecían un mejor final a los europeos. Corner desde la izquierda del que se encarga Simone Pepe, metiéndola rápido en el área chica, Villar sale confiado y tira el puñetazo, la pelota no toma contacto con la mano del arquero y sigue su curso donde la esperaba toda la artillería italiana más la resistencia guaraní. Allí, el que ganó fue De Rossi, el mejor de Italia sin objeciones, y acompañó con su cuerpo el destino de gol del balón. Ese era el empate que precisaba la selección azzurra, y que por supuesto, necesitaba el duelo.
Paraguay cambió a sus dos puntas y a Torres por Santa Cruz, Cardozo y Santana respectivamente. Éste último, terminó en una pierna por un golpe que recibió en la disputa de una pelota, y ya sin cambios, debió permanecer en cancha. Los hombres de Martino fueron lentamente retrocediendo cada vez más con el pasar del reloj de Archundia, el árbitro del encuentro, que debió expulsar a Camoranesi a siete del final, por una dura falta a Morel, ya teniendo la amarilla. Y Paraguay fue perdiendo el orden en sus líneas, perdió en las bandas con las salidas de Haedo y Aureliano, claros muchachos que juegan por afuera y pueden abastecer a los dos tanques en cancha. así y todo, se las ingenió para aguantar el encuentro con un Villar reivindicado tras su error, le salvó las papas a su equipo en dos o tres intervenciones contundentes. La figura del partido a pesar de su yerro junto con Vera, que tuvo un enorme despliegue corriendo más de 11km durante los 90 minutos y siendo el que se adueñaba de las pelotas del medio y generaba las faltas para que sus compañeros respiren. Además fuer muy sacrificado en la marca.
Y con esos argumentos, Paraguay le empató al defensor de la Copa del Mundo. Italia estuvo falto de variantes para vulnerar a un equipo con garra que se defendió y supo hacer daño en los pocos momentos que tuvo a favor. Los Azules se quedan con el sabor semi amargo y saben que deberán ganar lo que resta para liderar el grupo. Los guaraníes terminan redondeando un buen resultado por el trámite del encuentro, pero es conciente que desde el juego, dejó muy poco. Mucho esfuerzo y poco fútbol, la cuenta pendiente para ambos en el siguiente capítulo del grupo F.
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