Los serbios son los nuevos campeones de esta edición 2010 de Copa Davis, en donde se vio una serie sufrida y gozada sobre el final, con un Troicki desfachatado actuando como el héroe de la película, con el mejor final que se puedan imaginar. Serbia conquista el mundo del tenis con las manos de un Djokovic implacable.
Los protagonistas de la locura.
Se suma a esa acotada pero elogiada lista de campeones de la Ensaladera. Esa misma que nosotros aún no conseguimos alzar. Ellos ya la tienen en su poder. Un Troicki que salió a jugar el quinto y definitivo punto con toda la fe necesaria y la convicción para devorarse a un tibio Llodrá, que luego se vería desilucionado y envuelto en lágrimas ante semejante frustración deportiva. Victor fue más en todo el cotejo con el francés. La gente, su tenis, su regularidad y su incisividad lo marcaron a fuego para encender la antorcha y dar la vuelta olímpica.
Claro que todo esto arrancó con un viernes 1-1 (victorias de Djokovic sobre Giles Simon y de Gael Monfils sobre Janko Tipsarevic en sets corridos en ambos enfrentamientos. Lógica pura: los dos uno ganaron en el primer día), que tuvo continuidad el sábado con el dobles más épico y atractivo que se ha visto en las finales: Francia se lo llevó en el parcial decisivo y levantando un 0-2 impensado, de las manos de Clement y Llodrá por sobre Zimonjic y Troicki. Y arribando al domingo, se cruzaban los dos "capos" de cada bando. Djokovic le dio paliza psicológica y física a un Monfils perdido e irregular. Sólo algunas reacciones en el tercer chico, le dieron algo de dignidad al galo. Su derrota fue clara y concisa 6-2, 6-2 y 6-4.
Igualada la serie en 2 puntos por lado, las especulaciones empezaron a girar en el equipo local para ver si un Tipsarevic golpeado por su single perdido del viernes y por su endeble andar en los últimos tiempos en el circuito eran mas que un Troicki con mejor cierre de año, con el dobles perdido, pero en 5º set. En fin, el capitán Bogdan Obradovic se inclinó por la opción mas viable y corrió con los riesgos del asunto (Victor había jugado 5 parciales el día anterior). A la cancha Llodrá, el elegido de Guy Forget para los franceses, al court Victor Troicki para ver quien de los dos tenía la capa en sus espaldas después de un rato de tenis.
La postal fue notable desde el inicio. Un Michael decidido a jugar a saque y red cada vez que se pudiera. Un Victor de fondo de cancha intentando conectar bien sobre el revés de Llodrá y generar errores en las ejecuciones del francés. El serbio se puso en ventaja rápidamente. El partido no daba tregua en el marcador al menos: 6-2 y a la bolsa para el local. Un arranque inesperado, con un Llodrá mas suelto y buscando variantes en su manera de encarar cada punto lo hacía ponerse por encima en el inicio del segundo set por 2-0. De ahí se presumía otro duelo completamente diferente del que se produjo al amanecer del match. Pero no. Una reacción enorme con seis games al hilo denotaron que Troicki estaba más vivo que nunca y que repetía cifras para ya tener dos mangas en el bolsillo (valga la expresión). Ya con todo ese margen para jugar, más el público que lo coreaba constantemente, con el aliento de todos sus coterraneos raqueteros en el banco del equipo local, hacían relajar a este tenista que tenía la enorme chance y la gigante responsabilidad de torcer la serie para levantar la Copa. Tan dificil como eso, tan fácil como lo venía realizando. Por errores de ambos y por mayor paridad en el juego, el tercero fue más entretenido y disputado por ambos, con games de saque largos e intensos. Sin embargo no tardaría en llegar el quiebre que lo haría estirar enseguida la ventaja a un 4-1 claro e inviolable para Llodrá que se encontraba sumergido en la impotencia, en el traje del villano que nunca puede ante el héroe. Batman Troicki fue en busca del cierre con el servicio de Michael sacando para ponerse 4-5 y tirarle la presión al local. Nada de eso. Victor lo quebró en 30 y se quedó con la gloria absoluta.
Inobjetable el triunfo conquistado por un Troicki, que al igual que el resto de sus colegas y algunos dirigentes de la Asociación Serbia de Tenis, se raparon en función de una promesa que tuvo que hacerse realidad en el mismísimo estadio ante la presencia de un marco notable de público. El BELGRADO ARENA (16.200 personas) se desató en una locura tenística tras el último revés cruzado impresionante que conectó el héroe local, para que Victor y todos canten victoria. La desazón estaba del otro lado. Francia se pierde la oportunidad de seguir sumando en sus vitrinas este tipo de copas que ya conoce y levantó. Pero, no siempre se puede. Serbia presentó batalla y la luchó sin darla jamás por perdida ante el tremendo potencial galo. Ni Monfils, ni Simon, ni Clement, ni Llodrá, ni el aliento de Tsonga fueron suficientes para doblegar a este duro equipo que se llevó el premio por coraje y juego, y por un Djokovic inspirado.
TODOS LOS RESULTADOS:
Viernes. Monfils a Tipsarevic 6-1, 7-6(4) y 6-0 [1-0 FRA]
Djokovic a Simon 6-3, 6-1 y 7-5 [1-1]
Sábado. Clement/Llodrá a Troicki/Zimonjic
3-6, 6-7(3), 6-4, 7-5 y 6-4 [2-1 FRA]
Dom. Djokovic a Monfils 6-2,6-2 y 6-4 [2-2]
Troicki a Llodrá 6-2, 6-2 y 6-3 [3-2 SER]
Comúnmente, héroes y villanos se disputan el amor de alguna mujer. En este caso se pelearon para ver quién de los dos servía la comida del fin de semana deportivo. Serbia sirvió la comida con todos los condimentos, sacándole a Francia de donde muchas veces comió. Siempre pero siempre quiso servirla. Esta vez, los serbios la consiguieron y la sirvieron en la Ensaladera de plata.
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