El fútbol, el básquet, el rugby y el hockey están atravesando un serio recambio que los pone en el ojo del análisis para tratar de ver si lo que viene será mejor, igual o peor de lo que ya ha pasado.
Denominador común: RECAMBIO. Y si bien esto sucede siempre que una generación se va retirando, en este caso puntual, el exitismo advierte una mayor expectativa por lo que va asomando.
DEL QUE NADA SE ESPERA, ALGO NOS PUEDE DAR
El fútbol, la pasión de multitudes, atrae siempre la escena del foco de atención, pero no es el único caso. En una importante crisis institucional y social, la AFA decide no tomar riesgos -o sí- y deja a Lionel Scaloni -de escasísima experiencia como entrenador- al mando del seleccionado más importante del deporte argentino (por haber sido campeón del mundo en dos ocasiones y por popularidad).
Lejos de poner en evidencia cuestiones netamente personales del actual DT, me animaría a decir que forma parte de un acierto, que puede salir mal. Sin embargo, la estrategia puede ser por demás inteligente: si Gallardo, Pochettino, Simeone, Martino o quien fuere no pueden ni quieren dirigir en este momento a Argentina, ¿por qué no Scaloni? que terminó tomando el bastón de mando casi sin comerla ni beberla. Y por qué remarco la inteligencia de este asunto: porque difícilmente alguien futbolero ponga demasiadas expectativas en un técnico sin experiencia. Y allí, es donde el factor sorpresa puede aparecer y darle a Scaloni el prestigio a partir de los resultados y funcionamiento.
El recambio se ha generado y todos esperan que se conforme una base de cara a la Copa América donde Argentina volverá a pisar suelo brasilero, tras el ingrato pero meritorio recuerdo de la final del Mundial 2014. Cinco años después, con Messi ya entrando en sus últimos años con la camiseta nacional, nos invita a creer más allá de que la teoría o el análisis previo no sea muy favorable. Ante pocas ilusiones generadas por el DT, bien valdrá la algarabía si el resultado llega a ser el anhelado desde la última alegría continental, en 1993.
EL ÚLTIMO DE LOS MOYKANOS
El Mundial de China aparece en el camino este 2019, siendo inédito por contar con 32 seleccionados y Argentina ya está clasificado.
REAFILANDO LAS GARRAS, PESE A TODO
Qué decir del hockey sobre césped, donde Las Leonas van modificando su fisonomía de equipo tras muchos procesos de distintos entrenadores en pocos años, renuncias de jugadoras, pocos estandartes del equipo campeón mundial en 2010 en Rosario y mucha juventud que aparece en la escena internacional. Fueron sextas en el Campeonato del Mundo del año pasado y tuvieron una deslucida actuación en los pasados Juegos Olímpicos de Río, donde los varones vieron la gloria nunca antes conquistada (medalla dorada).
PLASMAR EN LOGROS DEPORTIVOS TODO EL TRABAJO
Y en el rugby, las cosas no son demasiado dispares. El proceso iniciado recientemente por Mario Ledesma (integrante del tercer puesto en el Mundial 2007) y de un impecable trabajo junto a Michael Cheika en el seleccionado australiano, arribó a Los Pumas para darles un salto más de calidad. Ese tercer lugar obtenido hace ya 12 años, la UAR se ha dedicado a hacer evolucionar el rugby argentino a niveles inimaginados. La inclusión en el SUPER RUGBY (con Jaguares) y en el RUGBY CHAMPIONSHIP (vs los tres del Hemisferio Sur) no son más que pruebas imprescindibles para codearse con los mejores y pulir todo lo necesario.
El Mundial de Japón también en esta temporada, pone en la mira la actuación albiceleste, que precisa de una evolución reflejada en los resultados. En 2018, lo logró con Jaguares accediendo por primera vez a playoffs (superando la ronda inicial). Este año, Los Pumas se deben una actuación que los ponga nuevamente de cara al mundo, como principales protagonistas del rugby mundial, aunque aún se esté lejos de las grandes estructuras deportivas que manejan las potencias. El material existe, ya se han dado sobradas muestras de que los hombres han podido contra las máquinas.
CONCLUSIONES
Argentina, a nivel deportivo, atraviesa una crisis que incluso engloba a más disciplinas. Éstas, son solo ejemplos de que muchas veces, el deportista hace mucho más de lo que debería si las condiciones fueran las óptimas para llegar al alto rendimiento. A veces, es muy simple caer en la crítica despiadada y en el facilismo. Si bien acá marco una serie de resultados deficientes ante la ida de los grandes exponentes de los diferentes equipos, vale subrayar también ciertos condicionamientos, guiños o reveses de la fortuna y problemas estructurales que limitan ciertos procesos.
Más allá de estos obstáculos que muchos logran sortear, contra todo y más, ojalá algún día Argentina cuente con los proyectos y la espalda suficiente para que cada integrante se dedique a lo que tiene que hacer, y aún así la crítica debería ser constructiva, porque de los escombros, solo puede salir más polvo, que nublaría los objetivos. Por lo pronto, los seleccionados intentan renacer, ante los ojos de muchos que purgan sus decepciones propias en quien la tira por arriba o por abajo del travesaño, según el caso.